Francesco del Cossa
Ferrara, c. 1435-Bolonia, 1476/77
Nació en Ferrara alrededor de 1435 en el seno de una familia de artistas; su padre trabajó en la construcción de catedrales. El primer documento relacionado con su actividad artística, un pago por un trabajo en el altar mayor del Duomo de Ferrara, data de 1456. No se sabe si esta obra fue una escultura o una pintura, aunque es posible que durante sus primeros años el artista compaginara ambas actividades, realizando también bocetos para vidrieras. En 1460 se convirtió en maestro independiente. Fue uno de los tres grandes representantes de la pintura ferraresa del Quattrocento, junto con Ercole de’ Roberti y Cosmè Tura. Su estilo refleja la huella de este último y de Piero della Francesca en el colorido y en la belleza de los rostros, así como de Pisanello en la precisión del detalle. También deja entrever el arte de Donatello y de Andrea Mantegna, cuyas obras contempló en Padua.
Su primer trabajo conocido es La Virgen con el Niño y ángeles, de la National Gallery de Washington. Su obra maestra, y una clara representación de su primer estilo, son los frescos del Salón de los Meses del Palazzo Schifanoia en Ferrara, trabajo mal remunerado que le llevó a abandonar su ciudad natal y trasladarse a Bolonia, donde vivió hasta su muerte. En 1472 llevó a cabo un retablo para la iglesia del convento de la Osservanza, que incluía La Anunciación y La Natividad, ambas en la Gemäldegalerie de Dresde, así como las tablas con Santa Clara y Santa Catalina, pertenecientes a la colección del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Otro de sus más importantes proyectos fue el tríptico encargado por Floriano Griffoni en 1473 para la capilla de su familia en la iglesia de San Petronio, en Bolonia. Del conjunto central de esta obra forman parte San Vicente Ferrer, hoy en la National Gallery de Londres, y La Crucifixión, de la National Gallery de Washington. En 1474 trabajó en la capilla del Foro dei Mercanti (Bolonia, Pinacoteca Nazionale). Murió, víctima de la peste, entre 1476 y 1477.
Su primer trabajo conocido es La Virgen con el Niño y ángeles, de la National Gallery de Washington. Su obra maestra, y una clara representación de su primer estilo, son los frescos del Salón de los Meses del Palazzo Schifanoia en Ferrara, trabajo mal remunerado que le llevó a abandonar su ciudad natal y trasladarse a Bolonia, donde vivió hasta su muerte. En 1472 llevó a cabo un retablo para la iglesia del convento de la Osservanza, que incluía La Anunciación y La Natividad, ambas en la Gemäldegalerie de Dresde, así como las tablas con Santa Clara y Santa Catalina, pertenecientes a la colección del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Otro de sus más importantes proyectos fue el tríptico encargado por Floriano Griffoni en 1473 para la capilla de su familia en la iglesia de San Petronio, en Bolonia. Del conjunto central de esta obra forman parte San Vicente Ferrer, hoy en la National Gallery de Londres, y La Crucifixión, de la National Gallery de Washington. En 1474 trabajó en la capilla del Foro dei Mercanti (Bolonia, Pinacoteca Nazionale). Murió, víctima de la peste, entre 1476 y 1477.