Carlo Maratta
Carlo Maratta se trasladó a Roma en 1636, a la edad de once años, entrando al año siguiente en el taller de Andrea Sacchi, con quien permaneció hasta su muerte, en 1661. Sacchi representaba la tendencia pictórica más clasicista, defendiendo la supremacía del dibujo y del diseño sobre el color. La formación de Maratta se cimentó en la copia de modelos de la Antigüedad clásica, las grandes obras del Renacimiento y de principios del siglo XVII. Su primer encargo público como pintor independiente fue La Adoración de los pastores, de 1650, para la iglesia de San Giuseppe dei Falegnami, en Roma, y que fue el comienzo de una permanente lista de encargos oficiales. La década de 1650 fue decisiva en el desarrollo de su estilo. Así, a la influencia de Sacchi que permanecía en sus óleos, se suman otras fuentes, siendo la más significativa la que procede de su encuentro con Pietro da Cortona, gran defensor del color y representante de la corriente antagónica a la de su maestro. Por encargo del papa Alejandro VII, Maratta participó en 1656, bajo la dirección de Cortona, en los trabajos de decoración del Palacio del Quirinal, donde por primera vez comenzó a usar una paleta de colores claros que marcó toda su obra posterior. Sus creaciones se sitúan entre el rigor de Sacchi y la expresividad de Cortona.
Las dos décadas siguientes a la muerte de su maestro son las de mayor esplendor de su carrera; en ellas adquirió renombre internacional, trabajó para los mecenas más importantes de toda Italia y dirigió uno de los más influyentes y prolíficos talleres. En 1664 fue elegido presidente de la Accademia di San Luca, cargo que volvió a ocupar en 1698, esta segunda vez con carácter vitalicio. En su producción domina sobre todo la pintura para retablos, pero también los retratos, los ciclos decorativos al fresco y el diseño para esculturas. En torno al cambio de siglo, y por razones económicas, los grandes encargos oficiales disminuyeron notablemente, por lo que durante los últimos años de su carrera Maratta trabajó activamente como restaurador.