Retrato de doña Mariana de Austria, reina de España
Mariana de Austria, hija del emperador Fernando III y de doña María de Hungría, nació en Viena en 1634. Destinada a ser la esposa de su primo, el príncipe Baltasar Carlos, fallecido en 1646, contrajo matrimonio con su tío Felipe IV. Fruto de este matrimonio fueron la infanta Margarita, el príncipe Felipe Próspero y el príncipe Carlos, futuro Carlos II. Mariana de Austria, segunda esposa de Felipe IV, fue, a la muerte de éste en 1664, regente hasta 1675. Falleció el 16 de mayo de 1696.
Esta pintura, que perteneció a una colección privada parisina, se reseñó por vez primera en una subasta celebrada el 20 de abril de 1876 en el Hôtel Drouot de París. Charles B. Curtis la recogió en su estudio dedicado a Velázquez y Murillo, editado en Londres en 1883. El lienzo desapareció después de la bibliografía del pintor hasta 1935, fecha en la que August L.Mayer le dedicó un artículo en la revista británica Burlington Magazine. Desde entonces, la obra, por diversos motivos, ha estado incluida de manera periódica en la bibliografía del artista. En los archivos del Museo se conservan dos informes, de abril y mayo de 1935, en los que Mayer y Juan Allende-Salazar dan su parecer sobre el lienzo, considerándolo, ambos, de la mano de Velázquez y datándolo hacia 1656. Estos informes, junto con el artículo de Mayer en el Burlington Magazine, coinciden con el momento de la adquisición de la pintura en 1935.
La autoría del lienzo ha sido cuestionada a lo largo de su historial crítico, aunque es cierto que tanto Mayer como Enrique Lafuente Ferrari, Bernardino de Pantorba, José López-Rey y José Camón Aznar lo incluyeron, sin reservas, en sus monografías sobre el pintor. En esta línea se encuentra también el extenso comentario de José Manuel Pita Andrade en el catálogo editado con motivo de la exposición Velázquez, celebrada en el palacio Ruspoli de Roma en 2001. Sin embargo, Neil Maclaren manifestó sus dudas, considerando este retrato una obra no autógrafa.
El problema, aún sin resolver, del obrador del pintor en el Alcázar madrileño y las dificultades para puntualizar la participación de taller en muchos de los retratos de los soberanos españoles —recordemos que tanto Mayer como López-Rey, en el caso de Mariana de Austria, listan más de una veintena de retratos suyos— fueron expuestos ya, en relación con esta pintura, por Fernando Marías y Consuelo Luca de Tena.
El lienzo, donde la reina aparece de busto, vestida con sedas, transparencias, hermosas joyas y una pesada peluca, se resuelve con pocos y sugestivos colores y con una pincelada suelta que, más que dibujar, nos hace intuir los adornos del cabello o la pasamanería del vestido.
Entre los retratos que de Mariana de Austria se conservan realizados por Velázquez destacamos el de cuerpo entero perteneciente al Museo Nacional del Prado de Madrid, del que existe una versión en el Musée du Louvre, en París; y entre las imágenes de busto, señalamos, por su calidad, la de la colección Meadows, en Dallas, y la de la Real Academia de San Fernando, en Madrid.
Mar Borobia