Esta pintura pertenece a un conjunto de retratos al aire libre que Cézanne pintó en Aix-en-Provence al final de su vida. Su jardinero Vallier posa delante de la barandilla de la terraza de su nuevo taller, situado junto a los Lauves. A pesar del sencillo atuendo azul de los campesinos provenzales, el modelo adquiere unas proporciones monumentales y ocupa gran parte del cuadro. La verticalidad de la figura se contrapone a la fuerte horizontal del parapeto de color ocre, y las pinceladas geométricas y transparentes, aplicadas con el óleo muy diluido, descomponen la imagen en pequeños planos de color. La serena disposición formal de años anteriores comienza a desintegrarse y Cézanne, llevado por su intención de representar la estructura interior de las cosas, hace inseparables forma y color.

Emociones a través del arte

Esta obra está dentro del estudio que hemos realizado para analizar la respuesta emocional de las personas al observar 125 obras del museo.

Alegría: 12.25%
Aversión: 4.36%
Desprecio: 5.52%
Ira: 24.13%
Miedo: 15.89%
Sorpresa: 13.39%
Tristeza: 24.46%
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