31 de diciembre: abrimos de 10:00 a 15:00. 1 de enero: museo cerrado.

Desde comienzos de la década de 1910 Kandinsky se liberó de la necesidad de representar el mundo de las apariencias y llegó a la plena abstracción en unas obras que, como Pintura con tres manchas, le encumbraron como el gran pionero del arte no-objetivo. Kandinsky materializaba así su deseo de crear un equivalente de la música en pintura a través de un estilo que fuese capaz de evocar emociones y que, alejado de la realidad exterior, se convirtiese en la expresión de la fuerza interior del artista. Con sus fluctuantes formas y brillantes colores, que rodean las tres grandes manchas ovoides situadas en el centro de la composición, Kandinsky enfatiza en este lienzo la simbología divina del número tres y nos transporta a su universo personal de aspiración espiritual y mística.

Siglo XXs. XX - Pintura europea. Pioneros de la abstracciónPinturaÓleolienzo
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