Vestidos simultáneos. (Tres mujeres, formas, colores)
1925
Óleo sobre lienzo.
146 x 114 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV.
519
(1981.30
)
No Expuesta
Planta segunda
Colección permanente
Planta primera
Colección permanente
Planta baja
Colección Carmen Thyssen y salas de exposiciones temporales
Planta -1
Sala de exposiciones temporales, salón de actos y taller EducaThyssen
Originalmente este cuadro se llamaba Trois femmes, formes, couleurs (Tres mujeres, formas, colores), como aparece en la etiqueta del reverso del cuadro de la exposición celebrada en el Grand Palais de París en 1926, pero, como señala Christopher Green, la misma pintora cambió este título por el de Vestidos simultáneos en su inventario personal.
Desde muy joven, Sonia se había sentido interesada por el vestuario pero no sería hasta 1917, después de que la Revolución cortase el suministro de su dinero desde Rusia, cuando se dedicaría al diseño de moda como medio de subsistencia. La pintora narra de manera bastante novelesca cómo una tarde de octubre de 1917, mientras paseaba por las Ramblas de Barcelona, se enteró de los movimientos revolucionarios de su país: «La Revolución de Octubre, el fin del zar y el fin de nuestras rentas...Habrá que tomar de nuevo contacto con la sociedad e intentaremos aplicar nuestros descubrimientos al arte de la decoración y de la moda». A finales de año, una vez que los Delaunay se instalaron en Madrid, Sonia comienza a diseñar el vestuario para los ballets rusos de Diághilev, refugiados también en la capital de España, y a trabajar para la industria de la moda. En 1919, animada por los sucesivos éxitos en este campo, Sonia abre en Madrid su primera tienda — Casa Sonia—, que sería un precedente de su Boutique Simultané que inaugura en 1924 en la capital francesa.
Su primer vestido simultáneo, creado en 1913 para bailar el tango en el Bal Bullier, era una original pieza definida por Apollinaire como «una pintura viviente» o «una escultura de formas vivientes». Desde entonces Sonia diseñaba sus vestidos a través de la unión de pequeños trozos de diversas telas de formas y texturas diferentes; combinaba sus colores simultáneos con estampados, lujosas telas con tejidos más burdos, acortaba las faldas y las mangas y aligeraba las formas, y lograba así una imagen totalmente moderna.
Estos Vestidos simultáneos de la colección Thyssen-Bornemisza forman parte de un grupo de pinturas en las que, como sugiere Luc Benoist, la pintora transfiere al lienzo el resultado de sus investigaciones en papel como diseñadora de moda. De los tres vestidos que aparecen en esta obra, el diseño de la figura central reproduce el que Sonia había diseñado para la actriz de cine Gloria Swanson.
Paloma Alarcó
Desde muy joven, Sonia se había sentido interesada por el vestuario pero no sería hasta 1917, después de que la Revolución cortase el suministro de su dinero desde Rusia, cuando se dedicaría al diseño de moda como medio de subsistencia. La pintora narra de manera bastante novelesca cómo una tarde de octubre de 1917, mientras paseaba por las Ramblas de Barcelona, se enteró de los movimientos revolucionarios de su país: «La Revolución de Octubre, el fin del zar y el fin de nuestras rentas...Habrá que tomar de nuevo contacto con la sociedad e intentaremos aplicar nuestros descubrimientos al arte de la decoración y de la moda». A finales de año, una vez que los Delaunay se instalaron en Madrid, Sonia comienza a diseñar el vestuario para los ballets rusos de Diághilev, refugiados también en la capital de España, y a trabajar para la industria de la moda. En 1919, animada por los sucesivos éxitos en este campo, Sonia abre en Madrid su primera tienda — Casa Sonia—, que sería un precedente de su Boutique Simultané que inaugura en 1924 en la capital francesa.
Su primer vestido simultáneo, creado en 1913 para bailar el tango en el Bal Bullier, era una original pieza definida por Apollinaire como «una pintura viviente» o «una escultura de formas vivientes». Desde entonces Sonia diseñaba sus vestidos a través de la unión de pequeños trozos de diversas telas de formas y texturas diferentes; combinaba sus colores simultáneos con estampados, lujosas telas con tejidos más burdos, acortaba las faldas y las mangas y aligeraba las formas, y lograba así una imagen totalmente moderna.
Estos Vestidos simultáneos de la colección Thyssen-Bornemisza forman parte de un grupo de pinturas en las que, como sugiere Luc Benoist, la pintora transfiere al lienzo el resultado de sus investigaciones en papel como diseñadora de moda. De los tres vestidos que aparecen en esta obra, el diseño de la figura central reproduce el que Sonia había diseñado para la actriz de cine Gloria Swanson.
Paloma Alarcó