La Anunciación
Esta tabla con La Anunciación ingresó en la colección Thyssen-Bornemisza procedente del mercado británico de arte, y perteneció, según todos los inicios, a una colección privada londinense. Roberto Longhi conoció la obra en Londres, hacia 1929, cuando estaba considerada de Domenico Morone, asignación que cambió el crítico para vincularla a Gentile Bellini. La atribución a Gentile Bellini fue ratificada por otros historiadores, entre los que se encontraban Van Marle y Suida;Van Marle fechó la pintura antes de 1465 y Suida antes de 1470. Sin embargo, Berenson rechazó esta idea y la catalogó como un trabajo de Jacopo Parisatti da Montagnana, seguidor de Andrea Mantegna, Bartolomeo Vivarini y de la familia Bellini. Philip Hendy, por su parte, en su estudio sobre algunos cuadros italianos de la colección Thyssen-Bornemisza, la adscribió al hermano de Gentile, Giovanni. En las publicaciones de la colección Thyssen-Bornemisza se consideró, desde su primera aparición, en 1937, como una pintura de Gentile Bellini.
La composición de esta Anunciación se diferencia de todas las que se han examinado hasta ahora, entre otros detalles, por su puesta en escena, ya que el pintor ha escogido el centro de una ciudad vacía para que san Gabriel lleve su mensaje a María. En este marco, como es lógico, se ha puesto mucho cuidado en la arquitectura que envuelve a los protagonistas y en la que se encuadran. La Virgen, a la derecha, aparece arrodillada delante de un ligero atril móvil en un amplio y geométrico pórtico que se decora, al exterior, con un rico entablamento y con bonitas columnas adosadas. El ángel, sin embargo, se arrodilla en medio de una estrecha calle enlosada que nos conduce a una plaza porticada cuyo frente hace de pantalla, pero que nos permite divisar extramuros un verde paisaje.
Tanto la estructura como el acentuado ángulo de las fachadas de los edificios sirven para resaltar la perspectiva y ampliar la profundidad. En esta compleja construcción, la crítica ha reconocido la influencia del cuñado del pintor, Andrea Mantegna, y más concretamente su trabajo en los frescos del ciclo de los Eremitani de Padua, donde el artista inició su exploración de la representación ilusionista del espacio.
La pintura se ha confrontado para su datación y atribución con dos obras de Gentile: El beato Lorenzo Giustiniani, de la Accademia de Venecia, procedente de la iglesia de la Madonna dell’Orto, y cuyo perfil incisivo se ha cotejado con el del arcángel san Gabriel; y La Virgen con el Niño y donantes, de la Gemäldegalerie de Berlín, en la que la Virgen también ha servido de modelo para su comparación con la del Museo Thyssen-Bornemisza. Longhi, en relación con esta Anunciación, mencionó la obra con el mismo tema, fechada en 1486, de Carlo Crivelli, que se conserva en la National Gallery de Londres, donde el artista empleó un escenario y unos esquemas bastante similares a los planteados por Gentile Bellini pero con detalles y personajes que animan y dan vida a la ciudad.
La pintura lleva incorporado un cartellino en primer término donde sólo se puede leer con claridad la palabra opus.
Mar Borobia