El 26 de abril de 1868 Émile Bernard nace en Lille, donde su padre trabaja en el comercio de tejidos al por mayor. En 1881 se traslada a París con su familia.

En julio de 1884 decide hacerse pintor y sus padres lo matriculan en el Atelier Cormon, donde permanecerá doce meses hasta que lo expulsan por insolencia y disipación.

Realiza su primer viaje a pie por Bretaña entre abril y octubre de 1886. Pasa una temporada en Saint-Briac y luego en Pont-Aven, donde le presentan a Gauguin; el encuentro no tiene mayores repercusiones. A su regreso a París, conoce a Van Gogh y frecuenta el establecimiento del père Tanguy, crisol de la vanguardia.

En 1887 Bernard veranea en Saint-Briac y luego en Pont-Aven; abandona el puntillismo para dedicarse al cloisonnisme, que desarrolla con Anquetin.

1888, agosto: estancia de Bernard en Pont-Aven con su hermana Madeleine. Desde el punto de vista artístico, Bernard y Gauguin se hallan en un momento bisagra de su respectiva evolución artística: ambos avanzan hacia una simplificación sintética de la representación de una idea de la que nacerá el Simbolismo de Pont-Aven.

En 1891 Bernard rompe definitivamente con Gauguin. La ruptura se debe al rencor que siente Bernard por no reconocérsele su parte de mérito en la creación del Simbolismo pictórico. Pasa el verano en Saint-Briac. De 1892 data su nueva estancia en Pont-Aven, donde conoce a Renoir.
En 1893, gracias al apoyo económico de su mecenas, Antoine de la Rochefoucaud, parte para Constantinopla. Se instala en Egipto, donde se casa y donde vivirá hasta 1903, con una interrupción en 1896 con motivo de un viaje a Sevilla, donde conoce a Zuloaga.

Tras una estancia en Venecia, regresa a Francia en 1904 y visita a Cézanne en Aix-en-Provence; luego se instala en Tonnerre, Borgoña.

En 1939-1940 vuelve a pasar una temporada en Pont-Aven. Muere en 1941 en París, en su estudio del número 15 del quai Bourbon, dejando una importante obra pictórica.

Niño superdotado, adolescente autodidacta que se niega a que lo encorseten, este joven creativo y vanguardista se destruyó a sí mismo al empeñarse en una lucha contra esta vanguardia que él mismo había contribuido a crear. Su rivalidad con Gauguin lo orientó por despecho hacia otra vía, la del clasicismo. En Oriente, en una época de intensa crisis, se produjo el cambio. Pero hay que reconocer que el joven Bernard desempeñó un papel fundamental de iniciación para Gauguin y que fue el inventor de un nuevo planteamiento artístico.

Catherine Puget

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