Santa Cecilia entre san Valeriano y san Tiburcio con una donante
Esta tabla estuvo en la colección Dreyfus de París e ingresó en la colección Thyssen-Bornemisza en 1931. Su primera referencia bibliográfica se produce en 1937, y en ella se mencionaba como autor al pintor florentino Francesco Botticini, a quien Tancred Borenius, en 1931, la había vinculado ya.
Francesco Botticini era hijo de un pintor artesano con quien posiblemente se inició en el oficio que después completó en el taller de Neri di Bicci, en 1459, donde apenas estuvo un año. Se cree que Botticini estaba establecido hacia 1469 y que disponía ya de su propio obrador. En su estilo tuvieron cabida las más variadas influencias, como las de Andrea del Castagno, Andrea del Verrocchio y Sandro Botticelli, circunstancia que ha dificultado la organización de su catálogo de obras. Entre sus pinturas más sobresalientes se encuentran la tabla de los Uffizi con los tres arcángeles y el Tabernáculo del Sacramento, en el Museo Diocesano de Empoli, encargado para el altar mayor de la colegiata de la ciudad, en 1484, y finalizado por su hijo Raffaello.
La pequeña tabla del Museo representa al matrimonio formado por santa Cecilia y san Valeriano, a los que un pequeño ángel va a coronar con rosas y azucenas. La historia de esta santa, patrona de la música desde finales del siglo XV y a quien desde entonces se identifica por un instrumento musical, está detallada en La leyenda dorada. De familia romana y noble, fue educada en la fe cristiana y entre sus hábitos estaba el llevar siempre consigo los Evangelios. Santa Cecilia fue prometida a san Valeriano, a quien convirtió al cristianismo y con quien contrajo matrimonio. Un día, este santo, al regresar a su casa tras ser bautizado, encontró a su esposa hablando con un ángel que tenía en sus manos dos coronas de rosas y azucenas que después ofreció a los esposos. La tercera figura de la tabla en relación con esta historia es la de san Tiburcio, hermano de san Valeriano, que fue convertido al cristianismo por el joven matrimonio. Según La leyenda dorada, los hermanos fueron martirizados por el prefecto Almaquio, al igual que santa Cecilia.
Botticini sitúa la escena al exterior, en un patio de forma cúbica próximo al dormitorio. Las figuras, con posturas elegantes, llevan pocos atributos, tan sólo la palma del martirio, y santa Cecilia un libro que puede corresponder a los Evangelios. En el suelo del patio, donde se ha instalado a los tres santos, aparece arrodillada, a la izquierda, en actitud piadosa, una diminuta orante cuya presencia, por su proporción, no termina de integrarse bien en el conjunto.
La pintura se ha comparado con dos obras fechadas a principios de la década de 1470 con las que mantiene una proximidad estilística. Se trata de la Virgen entronizada con cuatro santos, de 1471, conservada en el Musée Jacquemart-André de París, donde la figura de san Pancracio guarda un paralelismo con la de san Valeriano. La segunda obra, fechada también hacia 1471, es Santa Mónica con religiosas agustinas, del Santo Spirito de Florencia, y donde las similitudes se establecen entre la donante de la pintura del Museo y las jóvenes arrodilladas junto a santa Mónica.
Mar Borobia