La Sagrada Familia con santa Isabel y san Juanito
La Sagrada Familia con santa Isabel y san Juanito ha sido fechada por Thuillier entre 1653 y 1657. Anthony Blunt, sin embargo, propuso una datación más tardía, en torno a 1660-1670, situándola en el último periodo de actividad del pintor. En 1652 Sébastien Bourdon se trasladó a Estocolmo, donde había sido invitado por la reina Cristina de Suecia y donde practicó con más intensidad el retrato. En 1654 está de vuelta en París, donde fue nombrado rector de la Academia; al año siguiente lo encontramos trabajando en Montpellier, regresando de nuevo a la capital francesa en 1658. De estos momentos son el cartón para el tapiz con La decapitación de san Protasio, para la iglesia de Saint-Gervais de París, perteneciente al Museé des Beaux-Arts de Arras, y el óleo con La caída de Simón el Mago, para la catedral de San Pedro de Mont pellier.
En la producción de Bourdon están representados casi todos los géneros pictóricos, y a ella también hay que añadir sus extraordinarias dotes como grabador y dibujante. En su estilo, que se puede calificar de versátil, encontramos trazas de Anton van Dyck, modelo que siguió para sus retratos, y de Nicolas Poussin, cuya huella se puede rastrear a lo largo de su carrera, siendo más intensa en sus obras de la década de 1640, momento que coincide con la estancia de este artista en París.
Este lienzo fue considerado por Anthony Blunt «una muestra excepcionalmente buena de lo que tenemos que considerar como su estilo mejor y más personal. En ella traduce algunos elementos de las Sagradas Familias de Poussin a una forma más elegante con un colorido fresco que es totalmente suyo». La pintura, con una composición geométrica, se inscribe por sus características —paisaje, figuras y composición— dentro de la corriente clasicista. Bourdon representa la Sagrada Familia con un san José distante, sentado con un libro en las manos, a las afueras de una ciudad, rodeada de querubines y ángeles que se entretienen en recoger flores silvestres para ofrecérselas al Niño. Bourdon ha añadido a la Sagrada Familia las figuras de santa Isabel y san Juanito, que le ofrece su cruz al Niño, aludiendo así a su futuro sacrificio. En los primeros planos de la pintura destacan los motivos clásicos, representados con fragmentos de arquitectura, mientras que la ciudad que se levanta al fondo nos evoca, por algunos de sus elementos, aunque matizados, como es el caso de la acentuada pirámide de la izquierda, una urbe oriental. Determinadas posturas y actitudes de los personajes, como san Juan ofreciendo su cruz a Jesús o la de san José y santa Isabel, aparecen ya formuladas en el lienzo del Museo Magnin de Dijon, que pertenece a una etapa anterior al lienzo del Museo.
De la pintura se conocen dos copias, una sobre cobre en paradero desconocido y otra en el Smith College Museum of Art de Northampton. La composición fue grabada por Michel Natalis. Esta pintura, que ingresó en la colección Thyssen-Bornemisza en 1982, perteneció a la colección de Sir Kenneth Clark.
Mar Borobia