Desnudo transformándose en una libélula
El pintor y escultor australiano Arthur Boyd residió en Inglaterra entre 1959 y 1971, donde, en 1961, pintó este Desnudo transformándose en una libélula, perteneciente a la colección del Museo Thyssen-Bornemisza y una de las obras presentadas en su exposición retrospectiva organizada por la Whitechapel Gallery de Londres en 1962. En medio de un frondoso bosque, emerge una figura femenina sobrevolando un riachuelo, mientras inicia su metamorfosis en una monumental libélula. Tanto la cabeza como los brazos, terminados en unas enormes manos, permanecen inalterados, no así las piernas, que se han transformado ya en unas alas traslúcidas. Esta transmutación, cargada de símbolos mágicos y oníricos y referencias a la mitología clásica, encierra para Franz Philipp una metáfora de trasfondo sexual.
A su llegada a Londres, el nuevo interés de Boyd por la idea de metamorfosis alteró su estilo pictórico e inauguró un nuevo periodo de pinturas con tintes heroicos y épicos, que definen su producción de esos años. Los temas de amor y muerte, que a menudo encierran una simbología erótica, provienen de las influencias de la pintura romántica del norte de Europa, del expresionismo alemán y del surrealismo. Se puede verificar de manera especial la impronta de las figuras oníricas de Marc Chagall, como se manifiesta claramente en su Novia convirtiéndose en un molino de viento, de 1960, una composición que guarda una innegable vinculación con la pintura de la colección Thyssen-Bornemisza. Asimismo, a su llegada a Europa, su factura se volvió más pictórica, más expresionista, como puede claramente apreciarse en el presente ejemplo. Boyd utiliza una técnica mixta de óleo y temple, con una pincelada suelta y empastes muy gruesos que en algunas zonas han sido modelados con las manos, quizás por su costumbre de trabajar la arcilla en sus esculturas y cerámicas.
Paloma Alarcó