La Natividad
Bernardino Butinone, pintor de la escuela lombarda, está documentado desde 1484 en Milán, ciudad donde se conservan varios de sus trabajos. Sus primeras pinturas conocidas datan de la década de 1480, y en ellas se detectan ecos de Andrea Mantegna, Francesco del Cossa, Cosmè Tura y Vincenzo Foppa. En 1485 Bernardino Butinone inició una colaboración con el también pintor Bernardo Zenale, cuyo resultado fue la realización de una serie de frescos destinados a decorar estancias civiles y religiosas, así como altares para conventos e iglesias.
Esta pintura fue adquirida en el mercado de arte italiano, procedente de una colección privada, en junio de 1977. Antes de su adquisición, en mayo, se pidió parecer a Rodolfo Pallucchini, que la consideró de un extraordinario interés para el arte lombardo y un punto de referencia importante para estudiar individualmente los estilos de Bernardo Zenale y Bernardino Butinone; al crítico italiano, nuestra tabla le evocó la labor de estos dos artistas en el altar para la iglesia de San Martino, en Treviglio.
Butinone instala la Sagrada Familia delante de un macizo, pedregoso y oscuro, en el que las figuras contrastan fuertemente por la intensidad del colorido y por la iluminación. El Niño, desnudo, sentado en una inestable postura encima de un lecho rocoso, tiene, a su lado, un ángel arrodillado y vestido con ricas telas que le sirve de contrapunto. El artista concede al paisaje, fragmentado por la escena central, un papel de primer orden. A la izquierda, con fondo de montañas y al borde de un camino arbolado, tiene lugar el anuncio a los pastores. A la derecha, la vista cambia, transformándose el camino en las riberas de un río, y las montañas, en los edificios de una ciudad. Pallucchini destacó, en el paisaje entonado y en la figura del ángel arrodillado, el interés de Butinone por Leonardo da Vinci y las novedades introducidas en su Virgen de las rocas, pintura conservada en el Musée du Louvre y fechada hacia 1483.
En la misma década en la que se data nuestra tabla, el pintor trabajó, junto con Zenale, en los frescos de la vida de san Ambrosio para la capilla Griffi de San Pietro in Gessate, en Milán. También en esta etapa se fecha el tríptico de la colección Borromeo, donde la Virgen con el Niño y ángeles está enmarcada por dos santos. De esta productiva década es también una serie de tablas con la vida y la pasión de Cristo, procedentes de conjuntos desmembrados y repartidas por varios museos y colecciones.
Esta obra se ha considerado, por su forma apaisada, la pieza de la predela de un políptico cuyas tablas, de momento, no han sido identificadas.
Mar Borobia