La Virgen de la Humildad con el Padre Eterno, el Espíritu Santo y los doce apóstoles
hacia 1375 - 1380
Temple y oro sobre tabla.
76,6 x 51,2 cm
Colección Thyssen-Bornemisza, en depósito en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC)
Nº INV.
85
(1930.13
)
No Expuesta
Planta segunda
Colección permanente
Planta primera
Colección permanente
Planta baja
Colección Carmen Thyssen y salas de exposiciones temporales
Planta -1
Sala de exposiciones temporales, salón de actos y taller EducaThyssen
La obra perteneció a la colección alemana de Edward Solly y, más tarde, entre 1821 y 1928, al Kaiser- Friedrich Museum de Berlín. De su paso por esta institución, la tabla conserva en su reverso un sello en cera y el número de un antiguo inventario, y durante los años que estuvo en ella fue registrada en distintas publicaciones cuya misión era dar a conocer las pinturas, expuestas en salas o almacenadas, de los reales
museos de Berlín; así, el temple de Cenni di Francesco figuró en varias de estas ediciones desde 1830 hasta 1927. Finalmente fue adquirida para la colección Rohoncz.
Al año siguiente de su adquisición fue presentada en la gran exposición de Múnich de 1930 como obra de Jacopo di Cione (1320/1330- después de 1398). Sin embargo, en la edición del catálogo de 1937 de la colección Rohoncz, a cargo de Rudolf Heinemann, apareció ya con la atribución actual a Cenni di Francesco. Otros estudiosos propusieron, no obstante, diferentes autorías, como las de Luca di Tommè (activo entre 1356 y 1389), Giovanni del Biondo (activo entre 1356 y 1399) o el Maestro de Santa Catalina de la colección Kahn. Federico Zeri, en 1963, incluyó la pintura dentro de la producción de Cenni di Francesco, confirmando la propuesta de Heinemann.
El tema iconográfico, que según Richard Offner responde a un Pentecostés, no es un asunto usual dentro del repertorio florentino.Aquí, Dios Padre aparece encerrado en una mandorla mística formada por querubines, en azul, y serafines, en rojo; ambos constituyen la primera jerarquía angélica en perpetua adoración. La esfera divina se complementa con dos grupos de ángeles músicos a los lados de la mandorla y la paloma del Espíritu Santo sobre la cabeza de María. En la esfera terrestre encontramos a la Virgen dando de mamar al Niño y sentada en el suelo encima de un cojín; un tipo de representación que responde al conocido como «Virgen de la Humildad». A ambos lados se distribuyen los doce apóstoles, reconocibles por sus atributos. Boskovits identifica a nuestra izquierda, de arriba a abajo, a Matías, Santiago el Menor, Simón, Tadeo, Santiago el Mayor y Pedro; y, a la derecha, a Tomás, Mateo, Andrés, Felipe, Juan Evangelista y Bartolomé.
Cenni di Francesco elaboró un tema con fondo de oro donde los personajes se disponen siguiendo una rígida y rigurosa simetría. Las figuras, sin embargo, pese a la ley de la jerarquía que impera entre ellas, mantienen un canon esbelto, al que sin duda contribuyen el esmero y la elegancia con que se pliegan sus túnicas.
El reverso del soporte, así como la composición, hacen suponer que la tabla fue diseñada en triángulo, con la posterior mutilación de la zona superior en fecha desconocida.
Mar Borobia
Al año siguiente de su adquisición fue presentada en la gran exposición de Múnich de 1930 como obra de Jacopo di Cione (1320/1330- después de 1398). Sin embargo, en la edición del catálogo de 1937 de la colección Rohoncz, a cargo de Rudolf Heinemann, apareció ya con la atribución actual a Cenni di Francesco. Otros estudiosos propusieron, no obstante, diferentes autorías, como las de Luca di Tommè (activo entre 1356 y 1389), Giovanni del Biondo (activo entre 1356 y 1399) o el Maestro de Santa Catalina de la colección Kahn. Federico Zeri, en 1963, incluyó la pintura dentro de la producción de Cenni di Francesco, confirmando la propuesta de Heinemann.
El tema iconográfico, que según Richard Offner responde a un Pentecostés, no es un asunto usual dentro del repertorio florentino.Aquí, Dios Padre aparece encerrado en una mandorla mística formada por querubines, en azul, y serafines, en rojo; ambos constituyen la primera jerarquía angélica en perpetua adoración. La esfera divina se complementa con dos grupos de ángeles músicos a los lados de la mandorla y la paloma del Espíritu Santo sobre la cabeza de María. En la esfera terrestre encontramos a la Virgen dando de mamar al Niño y sentada en el suelo encima de un cojín; un tipo de representación que responde al conocido como «Virgen de la Humildad». A ambos lados se distribuyen los doce apóstoles, reconocibles por sus atributos. Boskovits identifica a nuestra izquierda, de arriba a abajo, a Matías, Santiago el Menor, Simón, Tadeo, Santiago el Mayor y Pedro; y, a la derecha, a Tomás, Mateo, Andrés, Felipe, Juan Evangelista y Bartolomé.
Cenni di Francesco elaboró un tema con fondo de oro donde los personajes se disponen siguiendo una rígida y rigurosa simetría. Las figuras, sin embargo, pese a la ley de la jerarquía que impera entre ellas, mantienen un canon esbelto, al que sin duda contribuyen el esmero y la elegancia con que se pliegan sus túnicas.
El reverso del soporte, así como la composición, hacen suponer que la tabla fue diseñada en triángulo, con la posterior mutilación de la zona superior en fecha desconocida.
Mar Borobia