Composición suprematista
1923
Óleo sobre lienzo.
183,5 x 112 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV.
506
(1983.36
)
Sala 43
Planta primera
Colección permanente
Durante el periodo inmediatamente posterior a la Revolución, Ilyá Chashnik perteneció a la nueva generación de jóvenes artistas suprematistas —como Suetin y El Lissitzky— reunidos en torno a Kazimir Malévich en el Instituto Artístico-Práctico de Vitebsk, donde estudió entre 1919 y 1922. Durante esos años también perteneció al grupo suprematista Unovis (Los Heraldos del Nuevo Arte), creado por Malévich en 1919, y participó con los demás miembros del grupo en la Exposición de pintura de los artistas de todas las tendencias de Petrogrado, celebrada en 1923. A pesar de que en el catálogo de la muestra no existen datos suficientes para identificar las obras, John Bowlt y Nicoletta Misler se inclinan a pensar que la Composición suprematista de la colección Thyssen-Bornemisza estuvo incluida en la exposición de Petrogrado, a juzgar por las inscripciones del reverso del lienzo.
En esta pintura, de la que existen varias versiones, Chashnik sigue las ideas suprematistas de interpretación de la realidad por medios no-objetivos. Propone una imagen utópica de una serie de figuras geométricas flotantes o de formas arquitectónicas en vuelo libre, las cuales establecen un sistema rítmico muy preciso y crean una tensión cinética. Como en los Prouns de El Lissitzky, en estas composiciones de Chashnik, que insinúan una vista aérea de un complejo arquitectónico, se establece una perfecta fusión del arte y la arquitectura.
Al igual que Suetin, Chashnik aplicaría los principios suprematistas al diseño de porcelana y también colaboró con la fábrica de cerámica Lomonossov.
Paloma Alarcó
En esta pintura, de la que existen varias versiones, Chashnik sigue las ideas suprematistas de interpretación de la realidad por medios no-objetivos. Propone una imagen utópica de una serie de figuras geométricas flotantes o de formas arquitectónicas en vuelo libre, las cuales establecen un sistema rítmico muy preciso y crean una tensión cinética. Como en los Prouns de El Lissitzky, en estas composiciones de Chashnik, que insinúan una vista aérea de un complejo arquitectónico, se establece una perfecta fusión del arte y la arquitectura.
Al igual que Suetin, Chashnik aplicaría los principios suprematistas al diseño de porcelana y también colaboró con la fábrica de cerámica Lomonossov.
Paloma Alarcó