Otoño
Frederic Edwin Church se consagró en los años cincuenta del siglo XIX como el gran paisajista americano. Tras sus viajes por América y el ‘’viejo mundo’’, hacia 1870 decidió construir la mansión Olana, su propio Edén a las orillas del río Hudson. Allí pasó largas temporadas, durante las que pintó los cambios del paisaje y la atmósfera en los distintos momentos del año.
Otoño presenta un recodo del río en el que la naturaleza está mudando de color. La luz brumosa y cálida del fondo inunda toda la escena, enmarcada por el gran árbol de la margen izquierda, y la solitaria roca de la orilla derecha. La vegetación, que cubre las rocas y los troncos de los árboles, presenta una gradación del verde al rojo que se refleja en las aguas del río. El cuadro fue probablemente encargado por William Henry Osborn, amigo y coleccionista de la obra de Church, con quien compartía su fascinación por la naturaleza.
CM
En esta pintura, como ocurre en las últimas obras de Joseph Turner, con quien a veces es comparado Church, la luz se convierte en el centro de la composición. Ahora bien, a estos aspectos románticos, hay que sumar el interés creciente de Church por la captación de los efectos de la luz y los cambios atmosféricos como consecuencia de su estudio de los mismos tratados científicos utilizados por sus contemporáneos los impresionistas. Prueba de ello es el hecho de que en su amplia biblioteca de Olana se podían encontrar obras como Forms of Water in Clouds and Rivers de John Tyndall (1872), Nature of Light with a General Account of Physical Optics de Eugene Lommel (1876) y Modern Chromatics with Application to Art and Industry de Ogden Rood (1879).
Paloma Alarcó