Pierrot con guitarra
hacia 1923
Óleo y collage sobre Cartón.
54,5 x 52,3 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV.
512
(1986.12
)
No expuesta
Pierrot con guitarra, de la colección Thyssen-Bornemisza, un collage realizado por Salvador Dalí como divertimento para regalárselo a su prima Montserrat Dalí, es, en opinión de Rafael Santos Torroella, «una pequeña obra maestra de invención cubistizante» y «una de las que mejor captó Dalí el espíritu y el sentido de aquella tendencia». Ejecutado seguramente en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde vivía el joven pintor mientras estudiaba en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, pertenece a su serie cubista, que realizó entre 1923 y 1925.
A diferencia de otros compañeros suyos, Dalí se mantenía alerta ante las innovaciones externas. En su Vida secreta nos revela: «En mi cuarto empezaba a ejecutar mis primeras pinturas cubistas, que estaban directa e intencionadamente influidas por Juan Gris. Eran casi monocromas, como reacción a mis anteriores periodos colorista e impresionista». En otro pasaje, relata cómo estas pinturas le abrieron las puertas de los círculos de vanguardia madrileños: «Vinieron en grupo [sus compañeros de la Residencia] a mirar mis pinturas y [...] su sorpresa no conocía límites. ¡Que yo fuera un pintor cubista era lo último que se les hubiera ocurrido!».
La interpretación de la fragmentación cubista se traduce en este Pierrot en una superficie dividida en diferentes planos y, como todo el conjunto de obras cubistas dalianianas, está estrechamente relacionada con las corrientes neocubistas que se imponían, tardíamente, en los círculos de vanguardia madrileños. Además, guarda un claro parecido con una Naturaleza muerta de Picasso reproducida en el número 2 de la revista Valori Plastici publicado en 1919.
Paloma Alarcó
A diferencia de otros compañeros suyos, Dalí se mantenía alerta ante las innovaciones externas. En su Vida secreta nos revela: «En mi cuarto empezaba a ejecutar mis primeras pinturas cubistas, que estaban directa e intencionadamente influidas por Juan Gris. Eran casi monocromas, como reacción a mis anteriores periodos colorista e impresionista». En otro pasaje, relata cómo estas pinturas le abrieron las puertas de los círculos de vanguardia madrileños: «Vinieron en grupo [sus compañeros de la Residencia] a mirar mis pinturas y [...] su sorpresa no conocía límites. ¡Que yo fuera un pintor cubista era lo último que se les hubiera ocurrido!».
La interpretación de la fragmentación cubista se traduce en este Pierrot en una superficie dividida en diferentes planos y, como todo el conjunto de obras cubistas dalianianas, está estrechamente relacionada con las corrientes neocubistas que se imponían, tardíamente, en los círculos de vanguardia madrileños. Además, guarda un claro parecido con una Naturaleza muerta de Picasso reproducida en el número 2 de la revista Valori Plastici publicado en 1919.
Paloma Alarcó