Mirlo
1942
Óleo sobre lienzo.
43,2 x 61 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV.
532
(1976.4
)
No Expuesta
Planta segunda
Colección permanente
Planta primera
Colección permanente
Planta baja
Colección Carmen Thyssen y salas de exposiciones temporales
Planta -1
Sala de exposiciones temporales, salón de actos y taller EducaThyssen
En una carta dirigida a Alfred Stieglitz con fecha de 7 junio de 1942, Arthur Dove comentaba: «He estado observando un mirlo secándose en un árbol después de su baño, aquí, enfrente de mí». Mirlo, un óleo abstracto de 1942, es la respuesta del pintor a la inspiración producida por esa experiencia. En la composición podemos adivinar un ave con las alas extendidas, o agitando sus alas para desprenderse del agua, en un día soleado a juzgar por los tonos encendidos, amarillos y naranjas, de la parte superior.
Como en otras pinturas, la intención de Dove era plasmar con formas abstractas ciertos aspectos de la naturaleza. En sus años finales, cuando ya prácticamente no se podía mover, la reiterada referencia a los pájaros en sus pinturas podría entenderse como una metáfora de su libertad perdida. Además, su observación de la naturaleza se volvió más intensa y Dove realizó numerosas composiciones con ciertos fenómenos atmosféricos, como tormentas o puestas de sol, que se enmarcan dentro de la larga tradición luminista norteamericana.
El mismo año de su ejecución esta pintura de la colección Thyssen-Bornemisza se presentó en la exposición Painting and Sculpture from Sixteen American Cities, una significativa muestra colectiva de arte americano celebrada en el Museum of Modern Art de Nueva York. Muy poco después, en el invierno de 1953, el prestigioso historiador Robert Goldwater calificaba a Dove de «pionero del expresionismo abstracto del arte americano», por haber logrado crear unas imágenes no-objetivas a partir de la naturaleza.
Paloma Alarcó
Como en otras pinturas, la intención de Dove era plasmar con formas abstractas ciertos aspectos de la naturaleza. En sus años finales, cuando ya prácticamente no se podía mover, la reiterada referencia a los pájaros en sus pinturas podría entenderse como una metáfora de su libertad perdida. Además, su observación de la naturaleza se volvió más intensa y Dove realizó numerosas composiciones con ciertos fenómenos atmosféricos, como tormentas o puestas de sol, que se enmarcan dentro de la larga tradición luminista norteamericana.
El mismo año de su ejecución esta pintura de la colección Thyssen-Bornemisza se presentó en la exposición Painting and Sculpture from Sixteen American Cities, una significativa muestra colectiva de arte americano celebrada en el Museum of Modern Art de Nueva York. Muy poco después, en el invierno de 1953, el prestigioso historiador Robert Goldwater calificaba a Dove de «pionero del expresionismo abstracto del arte americano», por haber logrado crear unas imágenes no-objetivas a partir de la naturaleza.
Paloma Alarcó