U.S.
1940
Óleo sobre lienzo.
50,8 x 81,3 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV.
530
(1975.23
)
No expuesta
U.S. fue pintado en 1940, en Centerport, una vieja localidad costera de Long Island donde el pintor se restablecía de una reciente crisis de salud. En el mes de marzo de ese mismo año este óleo fue presentado en la galería neoyorquina An American Place, de su amigo Alfred Stieglitz.
Arthur Dove, un adelantado de la abstracción, permanecería fiel a este lenguaje hasta el final de su vida. En este lienzo muestra con claridad que el pintor pretendía expresar una idea romántica de la naturaleza a través de una serie de ritmos repetitivos de gran vitalidad orgánica. Según su propio testimonio, intentaba «trabajar en el punto donde la abstracción y la naturaleza se juntan». Sin abandonar del todo el estilo caligráfico de Orange Grove in California, a través de una serie de formas sinuosas que animan toda la composición, logra sacar a la luz determinadas esencias, determinadas energías invisibles de la vida y del crecimiento de la naturaleza. Como en otras composiciones de su etapa final, pueden vislumbrarse algunos ecos biomórficos y resonancias formales de seres reales, como la silueta roja de la izquierda, en la que Gail Levin entrevé una forma animal.
Duncan Phillips, que adquirió este cuadro a través de Alfred Stieglitz a mediados de la década de 1940, había escrito años antes que la obra de Dove poseía «una sugestión terrenal o cósmica».
Paloma Alarcó
Arthur Dove, un adelantado de la abstracción, permanecería fiel a este lenguaje hasta el final de su vida. En este lienzo muestra con claridad que el pintor pretendía expresar una idea romántica de la naturaleza a través de una serie de ritmos repetitivos de gran vitalidad orgánica. Según su propio testimonio, intentaba «trabajar en el punto donde la abstracción y la naturaleza se juntan». Sin abandonar del todo el estilo caligráfico de Orange Grove in California, a través de una serie de formas sinuosas que animan toda la composición, logra sacar a la luz determinadas esencias, determinadas energías invisibles de la vida y del crecimiento de la naturaleza. Como en otras composiciones de su etapa final, pueden vislumbrarse algunos ecos biomórficos y resonancias formales de seres reales, como la silueta roja de la izquierda, en la que Gail Levin entrevé una forma animal.
Duncan Phillips, que adquirió este cuadro a través de Alfred Stieglitz a mediados de la década de 1940, había escrito años antes que la obra de Dove poseía «una sugestión terrenal o cósmica».
Paloma Alarcó