Henri Fantin-Latour alcanzó la fama a través a los retratos de sus colegas de profesión e intelectuales del momento, así como de sus familiares y mecenas. Durante los últimos treinta años de su vida optó por el retiro en la casa de campo en la que se había criado su esposa, alejada de París, y convirtió las flores de su jardín en el principal motivo de sus obras. De manera metódica, componía los ramos que luego pintaría en la intimidad del taller, sobre fondos neutros. Especial atención merecen los jarrones, que le enviaba su marchante desde Londres, y cuyo diseño se relacionaba con determinados tallos, flores y hojas. En el caso de la obra del museo el pintor eligió un nutrido ramo de crisantemos amarillos, blancos, lilas, rosas y rojos que ocupan toda la superficie del lienzo.

Su gran pasión por la música ha llevado a interpretar estas combinaciones de flores como estudios de armonía.

CM

Henri Fantin-Latour, un pintor fundamentalmente realista, se acerca en ciertos aspectos a la corriente romántica, como en el resplandor que emanan sus pinturas. Las enormes posibilidades que le brindaban las flores como fuente de inspiración para su pintura y el gran refinamiento que alcanzó en ese género pueden observarse en estos Crisantemos en un florero. Se trata de uno de los más exquisitos ejemplos de los bodegones de flores que le dieron una enorme reputación a Fantin a partir de 1864, año en que los expuso por primera vez en la Royal Academy de Londres.

Fantin combina una precisión casi fotográfica en la representación de cada flor con un fulgor dramático que confiere a la imagen una luminosidad antinatural. Los crisantemos están dispuestos de manera desordenada pero armoniosa contra el fondo oscuro y, como apunta Sarah Whitfield, esa ligera sensación de irrealidad que ofrece la pintura «se incrementa con el tratamiento que le confiere al jarrón, que parece desaparecer en el fondo, dejando las flores suspendidas en la oscuridad». Generalmente esta obra se ha identificado con la que aparece en el catálogo de Madame Fantin-Latour, con el título Flores, firmada y fechada en 1875, a pesar de que, ni por las medidas ni por la descripción que ofrece, se corresponde con la pintura de la colección Thyssen-Bornemisza.

Paloma Alarcó

s. XIX - Pintura europea. RealismoPinturaÓleolienzo
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