Campesinos comiendo patatas
La serie dedicada a Los comedores de patatas, realizada en Nuenen en la primavera de 1885, es uno de los conjuntos más relevantes de la primera etapa de Vincent van Gogh. Instalado desde 1883 en esta pequeña localidad de Brabante, cerca de Eindhoven, el artista dedicó un gran empeño en representar la vida de los campesinos de la zona en numerosos dibujos, bocetos y grabados y dos grandes lienzos, en los que representa de forma realista y sin concesiones el mundo de los trabajadores, al tiempo que expresa sus sentimientos morales y sociales. En su carta a su hermano Theo de finales de abril manifestaba: «He tratado de expresar la idea de que esta gente comiendo patatas a la luz de su lámpara había cavado la tierra con las mismas manos que ahora ponen en su plato y así aludir al trabajo manual y a la forma honesta de ganarse el pan. He querido mostrar un tipo de vida completamente diferente a la nuestra, la gente civilizada. Por tanto espero que a nadie le guste o lo admire a la primera».
Una vez había finalizado el primer lienzo, Vincent decidió hacer una litografía del mismo tema y con ese objetivo consiguió una piedra litográfica del taller del padre de Dimen Gesten, alumno suyo en Eindhoven. En un solo día trasladó directamente en la piedra, de memoria y sin dibujos previos, la imagen de Los campesinos comiendo patatas, por lo que en la impresión en papel las figuras están invertidas. A diferencia del cuadro, toda la composición parece estar iluminada por un resplandor casi mágico.
Van Gogh estampó un único estado con una tirada de veinte litografías, con la intención de regalárselas a sus amigos y alumnos. «Esta litografía no será para publicar, toda la tirada es un asunto privado», le escribe a su hermano. Juliana Montford ha logrado identificar ocho de las veinte, entre las que se encuentra la perteneciente al Museo Thyssen-Bornemisza.
Paloma Alarcó