Paisaje al atardecer
En abril de 1885, mientras se concentraba en la serie dedicada a Los comedores de patatas, un homenaje a la gente del campo de Brabante, Van Gogh escribe a su hermano: «también tengo entre manos una puesta de sol roja». Asimismo, en agosto del mismo año, menciona entre sus últimas pinturas «un atardecer después de la puesta de sol». Algunos autores han identificado esta puesta de sol con el paisaje perteneciente a una colección privada suiza, pero igualmente puede tratarse del cuadro del Museo Thyssen-Bornemisza.
Como ocurría en los retratos de campesinos comiendo en una oscura estancia, este paisaje, casi nocturno, le permite a Van Gogh pintar la oscuridad, esa oscuridad que tanto admiraba en la pintura neerlandesa del siglo XVII. En esta primera etapa holandesa, anterior a su traslado a París, donde por la influencia de las novedades artísticas que se sucedían a su alrededor su paleta se hizo más luminosa y colorista, el estilo de Van Gogh se caracteriza por un realismo muy tenebrista.
Paloma Alarcó