Nubes de septiembre
Después de tres años de estudios en Europa, Childe Hassam regresó a Estados Unidos en el otoño de 1889. En la primavera siguiente participó en la cuarta y última exposición de la Society of Painters in Pastel, que fomentaba las virtudes de un medio cada vez más popular en América. La asociación, fundada en 1882, celebró su primera exposición en Nueva York en 1884, un año antes de que se fundara en París la Société de Pastellistes, y cuatro años antes de la primera exposición de la London Pastel Society, celebrada en 1888. Se consideraba que el pastel era el medio perfecto para reflejar el «carácter insustancial de la naturaleza», pues «puede captar un efecto tan tenue y evanescente, puede insinuar unas texturas tan inimitables, puede elaborar unas tonalidades tan excepcionales y cautivadoras y unos esquemas cromáticos tan aéreos y audaces [...]», escribía un articulista comentando la primera exposición de la asociación.
La efusión de la naturaleza es un tema predilecto de Hassam y, aunque las obras al pastel representan una pequeña parte de su creación, el artista utilizó este medio con gran éxito en un buen número de paisajes de árboles y flores. Hassam captó la naturaleza efímera de una fugaz rama en flor en pasteles como Amapolas, Islas de Shoals, 1890 (perteneciente a la colección de los Sres. Raymond Horowitz), Amapolas, Islas de Shoals, 1891 (colección particular), Estío, 1891 (colección particular), y también en Nubes de septiembre. Como comentó irónicamente su primera biógrafa, Adeline Adams: «Este artista tan masculino se deleita creando composiciones cromáticas con los elementos más frágiles y evanescentes. Elige un árbol frutal en flor, el trémulo resplandor de unos abedules, una parra, el velo de la bruma...».
Nubes de septiembre es uno de los pasteles que Hassam hizo en Lexington, Massachusetts, durante los meses de septiembre y octubre de 1891. Lexington, localidad situada a once millas de Boston, con una población de algo más de tres mil habitantes, era venerada por el papel que desempeñó en la Guerra de la Independencia americana. Un historiador del siglo XIX describía sus parajes como «desiguales en su mayoría, con una agradable variedad de montes y valles» y «un terreno cálido y fértil, en el que abundan los prados y los árboles frutales». Nubes de septiembre fue uno de los diecinueve pasteles que Hassam expuso en noviembre en Boston, Doll and Richards, cuyos temas eran casi exclusivamente Lexington y otros lugares de los alrededores. La crítica elogió unánimemente este pastel. El comentarista del Boston Daily Advertiser, bajo el titular «La obra del Sr. Hassam, Nubes de septiembre, un buen ejemplo», describía el pastel como «una representación sencilla pero poética de un tema amable», en tanto que el crítico del Boston Evening Transcript aludía a él como «un soleado paisaje estival [sic], con un hermoso cielo azul y blanco, y las sombras de las nubes dibujando meandros sobre las praderas».
Los críticos observaron también que en estos paisajes se percibían algunas excentricidades del artista. A diferencia de otras obras de Hassam en las que aparecen huertos de manzanos y perales, a menudo en flor, en Nubes de septiembre -al igual que en Verano en el parque (colección particular), obra también ejecutada ese mismo año en Lexington-, el artista adopta una composición radical. Un manzano enmarca el paisaje por la izquierda, en tanto que, por la derecha, otro árbol, cargado de fruta casi madura, queda bruscamente cortado al estilo de los grabados japoneses. Deja el centro de la composición provocadoramente vacío, mostrando sólo la sombra de las densas nubes de la parte superior. Todo ello provocó el siguiente comentario: «Unas imágenes tan alegres indican un espíritu de sana alegría en la producción, un gozo por parte del artista, que con cada trazo de color convence al público de que vivir, ser joven, ser pintor [...] y sobre todo [...] crear obras artísticas, es algo hermoso».
Kenneth W. Maddox