Bosque pantanoso
Jacob van Ruisdael, tras establecerse en Amsterdam en 1660, declaró que Hobbema había servido y vívido con él varios años. Este periodo que se ha interpretado como un aprendizaje, se dejó sentir durante un breve espacio de tiempo en la pintura de Hobbema. Además de esta evidencia, otros testimonios nos indican que entre ambos artistas hubo un contacto y una amistad, como se deduce del hecho de que Ruisdael fuera testigo del matrimonio del pintor con Eeltje Pieters Vinck en 1668. El repertorio temático de Hobbema es más reducido que el de Ruisdael y trabajó con más intensidad escenas de bosque que repetirá con múltiples variaciones. Sus paisajes carecen de la profundidad y del espíritu que su maestro imprimió a sus telas, pero en ellas impera un colorido alegre de verdes, marrones y grises, que iluminan una naturaleza más dichosa construida con formas ligeras. Hobbema, por estas características, fue uno de los pintores más estimados a finales del siglo XIX, alcanzando sus pinturas en el mercado precios elevados.
Bosque pantanoso se ha fechado en la etapa de mayor dependencia de los modelos de Ruisdael. De hecho, la pintura está inspirada en un grabado de Ruisdael, como descubrió Nieuwenhuys, Bosque pantanoso con viajeros en una orilla, conocido también como Los viajeros. En este grabado Ruisdael colocó, como en el lienzo que nos ocupa, un árbol inmenso con el tronco y las ramas retorcidas, algunas de ellas yermas y con las raíces sobresaliendo del agua; en la orilla derecha, otro inclinado con las ramas acariciando el agua. Sin embargo, pese a los paralelismos compositivos, Hobbema consigue un paisaje menos opresivo y dramático al abrir en el centro, entre la maleza, una brecha que deja ver un claro del bosque resaltado con una brillante iluminación. Otras diferencias de interpretación entre Hobbema y la obra de Ruisdael están en la orilla derecha, donde ha despejado de piedras, hierbas y hojarasca los primeros planos para ofrecer una visión del paisaje más humana y menos agresiva. Esta zona la aprovecha para trazar un estrecho y sinuoso camino por donde transitan viajeros, que a lo largo de su ruta, se sitúan en un claro, como en el primer término o al lado de las ramas de los árboles, como en la media distancia, y que son un pretexto para guiar la vista del espectador.
De esta pintura se conoce otra versión, de formato mayor, en la National Gallery of Victoria, Melbourne, firmada y fechada en 1662 y con la que mantiene pequeñas diferencias. Tanto el grabado de Ruisdael como esta versión de Melbourne se han tenido en cuenta para fechar el lienzo del Museo Thyssen-Bornemisza que Gaskell ha situado a principios de la década de 1660. Este historiador también tuvo presentes para la datación las adaptaciones que Hobbema hizo de los trabajos de Ruisdael, así como el tratamiento de la luz y de los espacios que el artista abre en estos bosques y que, según su criterio, enlazan con esta etapa.
Mar Borobia