Retrato de Robert IV de la Marck, duque de Bouillon
De Corneille de Lyon, artista nacido en Holanda, no se conoce prácticamente nada hasta su establecimiento en la ciudad francesa de Lyon, donde su nombre aparece en un documento fechado en 1533. Su formación, a juzgar por su técnica, en la que se detectan características flamencas entre las que destaca el modelado naturalista, pudo realizarse en ese contexto. Corneille, un año más tarde de su mención en Lyon, estaba trabajando para la reina Leonor de Austria, segunda mujer de Francisco I, y en 1541 lo encontramos al servicio del Delfín, futuro Enrique II. En 1547, año en el que Enrique II se coronó rey de Francia, el pintor obtuvo la ciudadanía francesa, y en 1548 fue nombrado pintor y valet de chambre del monarca.
A Corneille de Lyon se le ha adjudicado una serie de retratos de pequeño formato en los que se repite, con variaciones, un esquema sencillo de representación. Sus clientes fueron los reyes franceses, personajes de la corte, así como miembros de la nobleza y de la burguesía. El conjunto de pinturas que a lo largo de los años se le atribuyó fue objeto de un concienzudo estudio durante el siglo pasado, en el que se separaron las pinturas del maestro de las del taller, que tenía entre sus cometidos la ejecución de copias y las réplicas de los trabajos de Corneille. Este retratista de prestigio no firmó ninguna obra, motivo por el que su retrato de Pierre Aymeric, de 1534, del Musée du Louvre, ocupa un lugar muy especial en su producción, al ser el punto de referencia más sólido para establecer el corpus del artista. Ese retrato del Louvre lleva en su reverso una inscripción en la que, entre otros datos, nos indica que fue realizado por Corneille de Lyon y que se finalizó el 11 de abril de 1534.
La tabla del Museo Thyssen-Bornemisza procede de la colección francesa Tabourier e ingresó en la Colección en 1928, a través de la galería Paul Cassirer. La pintura, cuando se adquirió, llevaba como aval un escueto informe de Max J. Friedländer en el que Corneille de Lyon figuraba como autor del trabajo. Esta atribución se ha mantenido en los catálogos de la Colección desde su primera publicación, que fue en la exposición de Múnich en 1930.
El personaje de nuestro cuadro se relacionó, por su parecido, con un retrato que perteneció a la colección Strawberry Hill, obra en cuyo reverso figuraba una inscripción del siglo XVII con el nombre del modelo. De Robert de la Marck se conservan varias representaciones además de esta del Museo, entre las que se encuentran la del Palacio de Versalles y otra de taller en el Philadelphia Museum of Art. Robert de la Marck, conocido como «el joven aventurero», nació hacia 1510. Mariscal de Francia en 1547, fue un combatiente valiente que en 1553, año en el que consiguió el título de duque, recuperó su castillo de Bouillon de las fuerzas enemigas, pero cayó prisionero al defender la plaza de Hesdin y murió poco después de su liberación.
En este retrato se recogen notas distintivas de Corneille de Lyon, como la elección de un fondo neutro, verde, donde sus clientes posan de busto o de medio cuerpo. El artista, en detrimento del traje, que se trabaja con menos esmero, ha construido con gran delicadeza la cabeza, que, en otras imágenes, suele ocupar una posición más frontal, lo que permite al modelo mirar de frente. En nuestro caso, el rostro de La Marck está dibujado con precisión, y en él se aprecia el fino contorno de la nariz y de los pómulos, pero lo que verdaderamente destaca del conjunto son los ojos claros del personaje, a los que el pintor inculcó una intensa mirada.
Mar Borobia