Battery Park
hacia 1926
Óleo sobre lienzo.
76,2 x 101,6 cm
Colección Carmen Thyssen
Nº INV. (
CTB.1978.49
)
Sala J
Planta baja
Colección Carmen Thyssen y salas de exposiciones temporales
El parque de «The Battery» es uno de los primeros óleos de Marsh, pintado tras su etapa de tres años como ilustrador fijo en el periódico neoyorquino Daily News, donde publicaba a diario una columna con viñetas sobre teatro. Por aquella época, Marsh se dedicaba a pintar telones para el teatro «The Greenwich Village Follies» y acababa de colaborar con el decorador Robert Edmund Jones en el diseño de telones y decorados para el grupo teatral de Provincetown. Todo ello viene a colación por el aspecto teatral que tiene el lienzo que aquí comentamos. Unas mujeres, vestidas a la moda, entran en la composición, en primer término, por la derecha; cerca del poste que aparece en segundo plano, a la izquierda, conversan tranquilamente tres hombres. Otros personajes, situados más allá, contemplan el mar a lo lejos. El cielo azul, el mar y el tráfico marítimo del puerto conforman el último término. El primer plano, gris y vacío a excepción de las tres figuras anteriormente descritas, se parece mucho a un escenario en el que el mar y el cielo estuvieran pintados en el telón de fondo.
No cabe duda de que, en sus primeros óleos, Marsh reproduce escenas que ejecuta del natural, en tanto que en obras posteriores recurre a bocetos y fotografías que modifica notablemente en el transcurso del proceso creativo en el estudio. Años más tarde, el propio artista admitiría que tuvo dificultades con sus primeros cuadros al óleo. Había empezado su carrera como artista gráfico y la transición al uso de una paleta completa y del pigmento sólido le generó complicaciones. «El óleo todavía me daba miedo», recordaba. «De tarde en tarde recurría a este medio y siempre acababa con una masa embadurnada e incoherente...». En su época de formación, la acuarela le resultaba a Marsh un medio más fácil.
Es evidente la habilidad narrativa de este artista, que representa con gran eficacia el efecto del viento gracias a las nubes de humo que salen de los remolcadores del puerto y al ademán de la mujer que se sujeta el sombrero para que no se lo lleve el aire. Al más alto de los tres hombres que están conversando le llama la atención la aparición de las tres mujeres y se vuelve a mirarlas. La viveza de los colores claros y las sombras que proyectan las figuras transmiten la impresión de un luminoso día de verano.
En El parque de «The Battery», Marsh nos ofrece la imagen de este parque público, situado en el extremo meridional de la isla de Manhattan y desde el que se contempla una maravillosa vista del puerto de Nueva York. La gente va bien vestida; los hombres con sombreros de calle y americanas, las mujeres con los zapatos de tacón y los vestidos cortos que hacían furor en los «rugientes años veinte». Marsh tenía un gran sentido de la observación y posteriormente desarrollaría un agudo ingenio y una gran facilidad para transmitir asombrosas observaciones sociales y satíricas en sus composiciones de temas de la vida urbana. Esta obra de su primera época es una representación más directa de lo que el artista observaba y, desde luego, contiene muchos menos personajes que las escenas urbanas que Marsh ejecutó en la década de 1930.
Gail Levin
No cabe duda de que, en sus primeros óleos, Marsh reproduce escenas que ejecuta del natural, en tanto que en obras posteriores recurre a bocetos y fotografías que modifica notablemente en el transcurso del proceso creativo en el estudio. Años más tarde, el propio artista admitiría que tuvo dificultades con sus primeros cuadros al óleo. Había empezado su carrera como artista gráfico y la transición al uso de una paleta completa y del pigmento sólido le generó complicaciones. «El óleo todavía me daba miedo», recordaba. «De tarde en tarde recurría a este medio y siempre acababa con una masa embadurnada e incoherente...». En su época de formación, la acuarela le resultaba a Marsh un medio más fácil.
Es evidente la habilidad narrativa de este artista, que representa con gran eficacia el efecto del viento gracias a las nubes de humo que salen de los remolcadores del puerto y al ademán de la mujer que se sujeta el sombrero para que no se lo lleve el aire. Al más alto de los tres hombres que están conversando le llama la atención la aparición de las tres mujeres y se vuelve a mirarlas. La viveza de los colores claros y las sombras que proyectan las figuras transmiten la impresión de un luminoso día de verano.
En El parque de «The Battery», Marsh nos ofrece la imagen de este parque público, situado en el extremo meridional de la isla de Manhattan y desde el que se contempla una maravillosa vista del puerto de Nueva York. La gente va bien vestida; los hombres con sombreros de calle y americanas, las mujeres con los zapatos de tacón y los vestidos cortos que hacían furor en los «rugientes años veinte». Marsh tenía un gran sentido de la observación y posteriormente desarrollaría un agudo ingenio y una gran facilidad para transmitir asombrosas observaciones sociales y satíricas en sus composiciones de temas de la vida urbana. Esta obra de su primera época es una representación más directa de lo que el artista observaba y, desde luego, contiene muchos menos personajes que las escenas urbanas que Marsh ejecutó en la década de 1930.
Gail Levin