Segmentos de círculo
La influencia del constructivismo ruso, en especial de El Lissitzky, que visitó Berlín a comienzos de la década de 1920, llevaría a Moholy-Nagy a querer plasmar en sus obras valores eternos a través de formas geométricas puras, inexistentes en el mundo natural. Asimismo, en la misma línea que los artistas suprematistas y constructivistas, dedicó gran parte de su obra a la búsqueda del equilibrio entre valores opuestos: como el negro y el blanco, el estatismo y el movimiento, la horizontal y la vertical, o la acción y la reacción. En el caso de Segmentos de círculo, de la colección Thyssen-Bornemisza, el artista investiga sobre la relación entre lo pesado y lo liviano. Tanto en las líneas básicas de la composición, un juego de dos semicírculos colocados en vertical y horizontal, respectivamente, que repetirá en numerosas obras, como en la técnica utilizada se puede apreciar su esfuerzo por eliminar al máximo cualquier posible referencia a la mano personal del artista, a través de unas formas puras y unas superficies planas, limpias y lisas.
La primera propietaria de la obra fue Ida Bienert, la coleccionista de artistas como Mondrian, Chagall, Malévich y el propio Moholy-Nagy, que en 1925 encargó el diseño interior de su casa de Dresde a Piet Mondrian.
Paloma Alarcó