Abstracción. Resplandor I
Georgia O’Keeffe, vinculada a los círculos abstractos creados en torno a su marido, Alfred Stieglitz, es una de las artistas americanas con una mayor proyección pública. Desde el principio de su carrera desarrolló un tipo de abstracción muy personal, basada en motivos naturales, que a veces se ha calificado como abstracción biomórfica. Su habilidad para representar imágenes inolvidables de las sensaciones provocadas por la contemplación de la naturaleza la ha convertido en una referencia imprescindible de la modernidad en Norteamérica. Para O’Keeffe, el arte no era un modo de simbolizar una idea o una imagen, sino una fórmula para entender sus emociones, su experiencia del mundo. Solía manifestar que sus pinturas representaban «las cosas para las que no encuentro palabras» o «las cosas impalpables dentro de mí que sólo puedo aclarar con la pintura».
Abstracción. Resplandor I, hasta ahora titulado simplemente Abstracción o Abstracción I, una de las cuatro pinturas de O’Keeffe pertenecientes a la colección permanente del Museo Thyssen-Bornemisza, se enmarca dentro de sus primeras composiciones abstractas. Está pintada con su inconfundible estilo de pinceladas sutiles, casi invisibles, con tonos muy neutros, con la excepción de las bandas roja y amarilla que atraviesan la composición. Como en otras muchas ocasiones la pintora plasma la magia de la noche a través de una misteriosa imagen que podría remitirnos a visiones planetarias alrededor de una resplandeciente luna.
Paloma Alarcó