Retrato de Isabella y John Stewart
Charles Willson Peale introdujo en Estados Unidos el retrato de grupo o conversation piece. El pintor adaptó el modelo inglés según el gusto de sus clientes norteamericanos, que preferían darle a la representación un carácter informal, además de un formato mayor para sus grandes mansiones.
Este doble retrato, realizado en los últimos años de presencia colonial de Gran Bretaña en Norteamérica, muestra a los hijos del comerciante Anthony Stewart en las plantaciones que la familia poseía en Maryland. Isabella y John, cuya edad debe oscilar entre los 2 y 5 años, están suntuosamente vestidos y sostienen en sus manos los melocotones producidos en la plantación. A la derecha aparece un cardo, símbolo nacional de Escocia, que podría remitir al origen de los Stewart. Un año después de la ejecución de este retrato la familia Stewart huyó primero a Canadá y luego a Inglaterra debido a su oposición al movimiento independentista. El cuadro permaneció en posesión de Isabella y sus descendientes hasta mediados del siglo XX.
CM
En el año 1769, tras pasar dos años en Londres, donde se dejó influir por el retrato inglés, Charles Willson Peale se instaló en Maryland y pronto se convirtió en uno de los pintores más atractivos para los clientes seguidores de las modas inglesas. El Retrato de Isabella y John Stewart es un claro ejemplo de este influjo, en especial por las líneas serpenteantes que se repiten en la composición, tanto en los pliegues de los vestidos, como en el collar de perlas de Isabella y en el sombrero de John, que Peale toma de las curvas en forma de «S» que William Hogarth definió como las líneas de belleza.
Los retratados, Isabella y John Stewart, eran los hijos de Anthony y Jean Stewart. Anthony, nacido en 1738, era el sexto hijo de James Stewart, de Edimburgo, y uno de los comerciantes más destacados de Anápolis. Jean Dick era hija de James Dick, un lugareño de Maryland. Tomando como referencia la aparente edad de los niños y el hecho de que el barco de Anthony Stewart fue incendiado en una revuelta popular que tuvo lugar en el puerto de Anápolis en octubre de 1774, Elizabeth Garrity Ellis data el cuadro entre 1773 y mediados de 1774. Además, la pintura aparece incluida en una relación de impagos que realizó Peale antes de trasladarse a Filadelfia en 1776.
La obra en su conjunto constituye un paradigmático ejemplo de uno de los temas favoritos del pintor: la armonía doméstica. En su estudio sobre este cuadro, David Steinberg sostiene que cuando Peale pintó a los hijos de Anthony Stewart los adaptó a las peculiaridades de su patrono. Siguiendo la tradición de la pintura galante, los situó en medio del paisaje de la plantación de la costa este de Maryland propiedad de la familia. Los niños, elegantemente vestidos, aparecen jugando con unos cuantos melocotones de los que se cultivaban en esas tierras. Por otra parte, el cardo que aparece en la parte derecha de la pintura puede ser una alusión a sus antepasados escoceses, dado que esta planta es el emblema nacional de Escocia.
No hay tampoco que descartar que Peale quisiera otorgar al cuadro ciertas connotaciones bíblicas, pues el tema alude en cierta medida al pecado original. Esta hipótesis no debe resultar extraña si tenemos en cuenta que Peale ilustró con sus grabados una edición del Paraíso perdido de Milton a comienzos de su carrera como artista. El retrato permaneció en manos de la familia de Isabella Stewart (1771-1817) y pasó de generación en generación hasta poco antes de su llegada a la colección del barón Thyssen en 1980.
Paloma Alarcó