El apuro
1914
Acuarela y lápiz sobre Papel adherido a cartón.
53,8 x 64,7 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV.
703
(1982.41
)
No Expuesta
Planta segunda
Colección permanente
Planta primera
Colección permanente
Planta baja
Colección Carmen Thyssen y salas de exposiciones temporales
Planta -1
Sala de exposiciones temporales, salón de actos y taller EducaThyssen
La relación de Picabia con la abstracción fue muy breve. Apuro, de la colección Thyssen-Bornemisza, que perteneció a su amigo Marcel Duchamp, una acuarela fechada antes de su movilización en el verano de 1914, forma parte de un conjunto de obras abstractas realizadas a su regreso a París desde Nueva York. Pueden ser situadas en el mismo contexto que las acuarelas que había presentado en la Photo Secession Gallery de Alfred Stieglitz, entre marzo y abril de 1913, y que según sus propias palabras «expresaban el espíritu de Nueva York tal y como lo sentía». Impresionado por la modernidad y la vitalidad de la ciudad americana, Picabia se volcó en la exaltación del progreso urbano de Manhattan: «Me he alistado a la maquinaria del mundo moderno y la he introducido en mi estudio», manifestaba. Por otra parte, sus entrevistas y escritos publicados durante su estancia en la metrópoli americana, que coincidió con el Armory Show, revelan su insistencia en lo espontáneo, expresivo y musical, que denota una especial cercanía a la obra de Kandinsky. Esta cercanía también se puede vislumbrar en sus propias palabras pues, para él, el arte consistía «en lograr convertir el pensamiento, el sentimiento interior, en algo externo, proyectando en la tela estados subjetivos emocionales, temperamentales, mentales».
Hacia 1914 era frecuente en sus obras la introducción de los títulos en la imagen, una fórmula que le permitía añadir determinadas ideas o contenidos sugerentes. Embarras, el título inscrito en la parte superior de la composición, que se traduce generalmente como Apuro, es una palabra que posee múltiples connotaciones. Puede significar también «problema» o «aprieto», como «vergüenza», y adopta, por tanto, varias acepciones según se refiera al carácter de la imagen o al estado mental del artista o del espectador. Este tipo de títulos provocadores, que comenzaron a tener cierta importancia en las obras predadaístas de Picabia, se convirtieron en un elemento decisivo en sus obras dadaístas de 1915 a 1920. Precisamente este aspecto provocador de su obra fue destacado por André Breton, propietario del cuadro desde 1926, en el funeral del artista en 1953: «Solamente un gran aristócrata del espíritu podía atreverse a hacer lo que tú te has atrevido».
Paloma Alarcó
Hacia 1914 era frecuente en sus obras la introducción de los títulos en la imagen, una fórmula que le permitía añadir determinadas ideas o contenidos sugerentes. Embarras, el título inscrito en la parte superior de la composición, que se traduce generalmente como Apuro, es una palabra que posee múltiples connotaciones. Puede significar también «problema» o «aprieto», como «vergüenza», y adopta, por tanto, varias acepciones según se refiera al carácter de la imagen o al estado mental del artista o del espectador. Este tipo de títulos provocadores, que comenzaron a tener cierta importancia en las obras predadaístas de Picabia, se convirtieron en un elemento decisivo en sus obras dadaístas de 1915 a 1920. Precisamente este aspecto provocador de su obra fue destacado por André Breton, propietario del cuadro desde 1926, en el funeral del artista en 1953: «Solamente un gran aristócrata del espíritu podía atreverse a hacer lo que tú te has atrevido».
Paloma Alarcó