El Sacrificio de Políxena
Políxena era la hija menor de los reyes de Troya, Príamo y Hécuba, de la que Aquiles se enamoró. Políxena también fue en parte la responsable de la muerte del héroe griego, al que le habían prometido su mano si levantaba el sitio de la ciudad, pretexto y trampa para acabar con su vida. Por deseo de Políxena, Aquiles acudió a hacer un sacrifico al dios Apolo, momento en el que el hermano de la mujer, París, aprovechó para disparar una flecha a la única zona de su cuerpo vulnerable, el talón, cuya herida le provocó la muerte. Tras su fallecimiento, su espíritu se presentó a su hijo, Neoptólemo, con el fin de solicitar el sacrificio de la muchacha en el lugar donde se había erigido su tumba y como parte del botín en la contienda. El episodio se recoge en Las Metamorfosis de Ovidio (libro XIII), donde, según el relato, Aquiles airado había censurado a los griegos por no haberle dedicado ningún sacrificio a su muerte. Por esta razón, exigió que sacrificaran a Políxena. La joven fue «arrebatada de los brazos de su madre y conducida a la tumba de Aquiles» donde «prefiriendo la muerte a la esclavitud excitó a Neoptólemo a que hundiera pronto el cuchillo en su garganta».
Pittoni sintió por este tema una predilección especial, ya que lo repitió, con variantes, durante la década de 1730. Al interés del artista por un tema de raíces clásicas hay que añadir, sin duda, el gusto de la clientela a la que estaban destinados los óleos. Pittoni trató el asunto por vez primera en una pintura de formato vertical, de grandes dimensiones, desaparecida durante la última guerra mundial, que decoró el Palazzo Caldogno Tecchio de Vicenza y que se ha fechado por el material fotográfico hacia 1720; en su composición aparecen ya desarrollados algunos de los elementos que se registrarán en las telas posteriores. El episodio ha sido estudiado, en profundidad, por Franca Zava Boccazzi, que fijó tres tipologías en la producción del pintor. La primera, donde se integraría la obra del Museo, corresponde a la pieza conservada en la Staatsgalerie de Stuttgart, de formato pequeño y vertical; el prototipo para el segundo modelo es la obra del Paul Getty Museum de Los Ángeles, también de formato vertical, pero de dimensiones mucho mayores, y el prototipo del tercero, de gran formato pero apaisado, corresponde a la pintura del Palazzo Taverna, en Roma. Pittoni cuando elaboró estos episodios tuvo en cuenta para la arquitectura y para los personajes su serie Tombaux, así como la tela con Cristo y la mujer adúltera, de la Graves Art Gallery de Sheffield, de donde extrajo el modelo para Políxena. La pintura del Museo está construida con un colorido grato, donde predomina una tonalidad azulada con la que se tiñen telas, piedras y accesorios. La escena se organiza con pocos personajes, entre los que destaca Neoptólemo, con una capa roja señalando hacia el altar, y una Políxena, con gesto melancólico y resignado, aceptando su suerte, a quien un anciano muestra con su dedo la tumba de Aquiles. De los tres tipos que indica Zava Boccazzi, es el más sencillo por su puesta en escena. La tela, pese a su alta calidad, ha sido calificada como obra de taller por la crítica especializada.
Mar Borobia