El descanso en la huida a Egipto
hacia 1725 - 1726
Óleo sobre lienzo.
108 x 135 cm
Colección Thyssen-Bornemisza, en depósito en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC)
Nº INV.
323
(1976.31
)
No Expuesta
Planta segunda
Colección permanente
Planta primera
Colección permanente
Planta baja
Colección Carmen Thyssen y salas de exposiciones temporales
Planta -1
Sala de exposiciones temporales, salón de actos y taller EducaThyssen
Giovanni Battista Pittoni es uno de los grandes representantes de la pintura veneciana del siglo XVIII. Formado en la ciudad de la laguna, junto a su tío Francesco, perfeccionó su estilo estudiando las obras de pintores contemporáneos como Nicola Grassi (1682-1748), Antonio Bellucci (1654-1726) y Francesco Solimena (1657-1747). En su obra se percibe una fuerte impronta del rococó francés, que ha tratado de explicarse como resultado de un posible viaje de juventud a París en 1720 en compañía de su tío, Rosalba Carriera (1675-1757), Giovanni Antonio Pellegrini (1675-1741) y Anton Maria Zanetti (1706-1778). También se ha mencionado la posibilidad de que este toque francés le llegara a través de pintores como Sebastiano Ricci (1659-1734) y el citado Giovanni Antonio Pellegrini. De Giovanni Battista Pittoni se conserva un buen número de pinturas y de dibujos. A diferencia de otros artistas de su entorno, Pittoni no abandonó la ciudad de Venecia, realizando los numerosos encargos, privados y públicos, para iglesias y cortes extranjeras, en su propio taller.
Esta pintura ha sido fechada por Zava Boccazzi hacia mediados de la década de 1720. La composición, las figuras y el color son característicos del hacer de Pittoni, que repitió este mismo esquema y los modelos en numerosos lienzos con el tema de la Natividad y la Sagrada Familia. Concretamente en esta tela, el ángulo elegido por el pintor nos hace sospechar que estaba destinada a ocupar un lugar elevado. El lienzo recoge las cualidades que hicieron popular la pintura del artista, sobre todo entre su clientela alemana, polaca y rusa: la iluminación brillante que unifica la composición; el colorido elegante y luminoso con el que contrapone delicados azules, rosas y blancos en la figura de María, y amarillos y fríos azules en la de san José; el sólido modelado de los rostros, y especialmente el lenguaje elegante de las manos y los cuerpos, que hacen de este óleo una buena referencia de la producción de Pittoni.
Un lienzo de composición similar al nuestro se conserva en la colección Molinari Pradelli, en Bolonia. En él, Pittoni vuelve a representar a la Sagrada Familia en su huida a Egipto, pero invirtiendo la composición e introduciendo algunas novedades, como colocar al Niño en el regazo de María, introducir dos angelitos más y variar el paisaje que sirve también de fondo. Un dibujo conservado en el Szépmüveszeti Múzeum de Budapest resulta, sin embargo, más interesante: realizado con sepia y aguada, reproduce exactamente nuestro cuadro. Se trata de una copia hecha por el pintor bohemio Anton Kern, documentado en Venecia entre 1725 y 1735, y que estuvo en el taller de Pittoni primero como aprendiz y más tarde como ayudante. De nuestro lienzo se conocen, además, dos réplicas autógrafas de pequeñas dimensiones.
La pintura fue adquirida en 1976 a una colección privada milanesa, y está registrada en los catálogos de la colección Thyssen-Bornemisza desde 1986.
Mar Borobia
Esta pintura ha sido fechada por Zava Boccazzi hacia mediados de la década de 1720. La composición, las figuras y el color son característicos del hacer de Pittoni, que repitió este mismo esquema y los modelos en numerosos lienzos con el tema de la Natividad y la Sagrada Familia. Concretamente en esta tela, el ángulo elegido por el pintor nos hace sospechar que estaba destinada a ocupar un lugar elevado. El lienzo recoge las cualidades que hicieron popular la pintura del artista, sobre todo entre su clientela alemana, polaca y rusa: la iluminación brillante que unifica la composición; el colorido elegante y luminoso con el que contrapone delicados azules, rosas y blancos en la figura de María, y amarillos y fríos azules en la de san José; el sólido modelado de los rostros, y especialmente el lenguaje elegante de las manos y los cuerpos, que hacen de este óleo una buena referencia de la producción de Pittoni.
Un lienzo de composición similar al nuestro se conserva en la colección Molinari Pradelli, en Bolonia. En él, Pittoni vuelve a representar a la Sagrada Familia en su huida a Egipto, pero invirtiendo la composición e introduciendo algunas novedades, como colocar al Niño en el regazo de María, introducir dos angelitos más y variar el paisaje que sirve también de fondo. Un dibujo conservado en el Szépmüveszeti Múzeum de Budapest resulta, sin embargo, más interesante: realizado con sepia y aguada, reproduce exactamente nuestro cuadro. Se trata de una copia hecha por el pintor bohemio Anton Kern, documentado en Venecia entre 1725 y 1735, y que estuvo en el taller de Pittoni primero como aprendiz y más tarde como ayudante. De nuestro lienzo se conocen, además, dos réplicas autógrafas de pequeñas dimensiones.
La pintura fue adquirida en 1976 a una colección privada milanesa, y está registrada en los catálogos de la colección Thyssen-Bornemisza desde 1986.
Mar Borobia