La orilla
hacia 1913 - 1915
Acuarela, pastel y lápiz sobre Papel.
44,4 x 55,9 cm
Colección Carmen Thyssen
Nº INV. (
CTB.1998.70
)
No expuesta
El cuadro La orilla de Prendergast, pintado hacia 1913-1915, debido a su cromatismo fragmentado, está estrechamente relacionado con las obras neoimpresionistas de Paul Signac de Saint-Tropez y Marsella, y con los paisajes de Henri Edmond Cross de la Costa Azul ejecutados en 1906-1907. Prendergast llegó a París a finales de mayo de 1907, por lo que no pudo ver ni la exposición de obras de Signac, celebrada en la Galerie Bernheim-Jeune en los meses de enero y febrero de aquel año, ni la de Cross en la misma galería que tuvo lugar en abril y mayo. También se perdió la muestra de las obras de estos dos pintores en la vigésimo tercera edición del Salon des Indépendants, aunque es probable que tuviera acceso al catálogo de la exposición de Cross con prefacio de Maurice Denis, así como al catálogo de Signac con reproducción de todas las obras y prefacio de Paul Adam. Antes de abandonar París en el otoño de 1907, Prendergast escribió: «Estoy completamente saturado con las exposiciones de aquí [...] No sé qué influencia tendrán una vez que haya vuelto a casa».
El cuadro Lujo, calma y voluptuosidad de Matisse, pintado en 1904-1905 mientras era compañero tanto de Signac como de Cross, presenta un dibujo y un planteamiento similares a los de La orilla de Prendergast, aunque la desordenada explosión de color del primero no coincide con la discreta tonalidad del segundo. A su vez, todos los pintores franceses, así como el propio Prendergast, se vieron influidos por las elegíacas composiciones de Puvis de Chavannes. Pero la impresión de desfile festivo que se desprende de las figuras vestidas que se pasean por el primer término de La orilla y las sutiles tonalidades de la acuarela de Prendergast sugieren otra fuente. El artista quedó muy impresionado por los cuadros de Carpaccio que vio en Venecia durante su visita a Europa en 1898-1899. Los cálidos y sordos tonos de Carpaccio están perfectamente recogidos en la acuarela de Prendergast, mientras que el árbol de marcada verticalidad y escaso follaje que aparece a la derecha de La orilla es prácticamente una cita de un lienzo del artista veneciano.
En la época en la que Prendergast pintó La orilla, el artista estaba experimentando con efectos de color fragmentado, aplicando toques de pigmento a modo de mosaico y representando a menudo temas orientales. Walter Pach refiere que Prendergast incluso había adquirido «una partida de cuadraditos de piedra o cristal [y] había probado a hacer él mismo algunos mosaicos». Pero La orilla presenta un planteamiento más lineal que las pinturas a modo de mosaico de Prendergast, y su gama es más monocroma. Aunque guarda alguna relación con Veleros y figuras en primer término, de hacia 1912-1915 (Montgomery, AL, Montgomery Museum of Fine Arts), la acuarela es una pieza única en la obra de Prendergast.
En sus últimas acuarelas Prendergast solía trabajar primero con la acuarela y después realzar sus obras con pastel, lo que le permitía hacer cambios de color inasequibles en acuarela. Pero en La orilla, los tonos más oscuros de la acuarela y los más claros del pastel están yuxtapuestos sobre la superficie de la imprimación neutra de la composición. Ira Glackens, hijo de Willam Glackens que fue miembro del grupo The Eight, recogió en un comentario la importancia que Prendergast concedía a los pigmentos que utilizaba en sus acuarelas y pasteles y que el artista había traído de Europa. Su mesa de trabajo, escribió Ira, «estaba cubierta de barras de pastel y tarritos de cristal de acuarelas. Aquellos colores eran muy valiosos y creo que procedían de Alemania. Había en particular un tarro de rojo, un precioso bermellón seco que ninguna otra marca de acuarelas podía igualar. Los pasteles eran básicamente franceses y también caros, siendo mucho mejores que los nacionales [...]. Había azules y púrpuras que ya no se pueden conseguir. Estas pinturas y pasteles eran los bienes más preciados que tenía Prendergast».
Kenneth W. Maddox
El cuadro Lujo, calma y voluptuosidad de Matisse, pintado en 1904-1905 mientras era compañero tanto de Signac como de Cross, presenta un dibujo y un planteamiento similares a los de La orilla de Prendergast, aunque la desordenada explosión de color del primero no coincide con la discreta tonalidad del segundo. A su vez, todos los pintores franceses, así como el propio Prendergast, se vieron influidos por las elegíacas composiciones de Puvis de Chavannes. Pero la impresión de desfile festivo que se desprende de las figuras vestidas que se pasean por el primer término de La orilla y las sutiles tonalidades de la acuarela de Prendergast sugieren otra fuente. El artista quedó muy impresionado por los cuadros de Carpaccio que vio en Venecia durante su visita a Europa en 1898-1899. Los cálidos y sordos tonos de Carpaccio están perfectamente recogidos en la acuarela de Prendergast, mientras que el árbol de marcada verticalidad y escaso follaje que aparece a la derecha de La orilla es prácticamente una cita de un lienzo del artista veneciano.
En la época en la que Prendergast pintó La orilla, el artista estaba experimentando con efectos de color fragmentado, aplicando toques de pigmento a modo de mosaico y representando a menudo temas orientales. Walter Pach refiere que Prendergast incluso había adquirido «una partida de cuadraditos de piedra o cristal [y] había probado a hacer él mismo algunos mosaicos». Pero La orilla presenta un planteamiento más lineal que las pinturas a modo de mosaico de Prendergast, y su gama es más monocroma. Aunque guarda alguna relación con Veleros y figuras en primer término, de hacia 1912-1915 (Montgomery, AL, Montgomery Museum of Fine Arts), la acuarela es una pieza única en la obra de Prendergast.
En sus últimas acuarelas Prendergast solía trabajar primero con la acuarela y después realzar sus obras con pastel, lo que le permitía hacer cambios de color inasequibles en acuarela. Pero en La orilla, los tonos más oscuros de la acuarela y los más claros del pastel están yuxtapuestos sobre la superficie de la imprimación neutra de la composición. Ira Glackens, hijo de Willam Glackens que fue miembro del grupo The Eight, recogió en un comentario la importancia que Prendergast concedía a los pigmentos que utilizaba en sus acuarelas y pasteles y que el artista había traído de Europa. Su mesa de trabajo, escribió Ira, «estaba cubierta de barras de pastel y tarritos de cristal de acuarelas. Aquellos colores eran muy valiosos y creo que procedían de Alemania. Había en particular un tarro de rojo, un precioso bermellón seco que ninguna otra marca de acuarelas podía igualar. Los pasteles eran básicamente franceses y también caros, siendo mucho mejores que los nacionales [...]. Había azules y púrpuras que ya no se pueden conseguir. Estas pinturas y pasteles eran los bienes más preciados que tenía Prendergast».
Kenneth W. Maddox