Marina con faro, Atlantic City, New Jersey
William Trost Richards adquirió fama en la primera etapa de su carrera como pintor de paisajes de bosque al estilo de su primer maestro Paul Weber. En 1858 ya había empezado a interesarse por el prerrafaelismo, en principio seguramente por su cuenta y luego junto con un grupo de pintores de la ciudad de Nueva York que seguían las pautas marcadas por el movimiento prerrafaelista inglés y las teorías de John Ruskin. En 1863 se formó la Association for the Advancement of Truth in Art (Sociedad para el fomento de la verdad en el arte), de la que Richards fue miembro. Como grupo se reunieron en contadas ocasiones, pero el movimiento se sostuvo gracias a la publicación de su periódico New Path (que se editó desde mayo de 1863 hasta diciembre de 1865). Sin embargo, su legado más perdurable fueron los cuadros que pintaron, que, por su exactitud casi fotográfica y su corrección topográfica, dieron forma visual a la insistencia de Ruskin en que había que ser «fiel a la naturaleza». La reacción de la crítica ante esta línea estética de Richards fue muy diversa; inicialmente su minuciosa exactitud le pareció impresionante pero, con el tiempo, se empezó a cuestionar una literalidad que rayaba en lo imitativo.
En la década de 1870 adoptó temas nuevos: la costa y el mar. Marina con faro, Atlantic City, Nueva Jersey es una manifestación temprana de este amor por el océano. La semejanza, tanto conceptual como de pincelada, entre esta obra y el cuadro de su contemporáneo James Hamilton titulado Playa de Atlantic City (colección particular), por un lado sugiere que tal vez hicieran apuntes juntos por la costa de Jersey y por otro subraya la importancia que continuamente tuvieron para Richards las tradiciones artísticas de su Filadelfia natal. Por esa misma época empezó también a experimentar con otras técnicas, en particular la acuarela, y en 1874 ingresó en la American Watercolor Society. Es posible que la utilización de este medio fomentara su observación de los fugaces efectos de la luz sobre el agua y del movimiento de las olas, lo cual propició una pincelada más suelta. En este lienzo, por ejemplo, se percibe una serie de pinceladas diferentes, desde las zonas cuidadosamente terminadas en el mar abierto hasta el tratamiento más pictórico de las crestas de las olas.
La obra Marina con faro se sustenta en puntales firmemente dibujados y calibrados. Se diría que todos los elementos marinos -la línea de horizonte, la espuma de la ola sobre la arena de la orilla y la serie de olas que rompen mar adentro- convergen en un solo punto de fuga a la izquierda, marcado por el faro. Esta deliberada disposición lineal centra la atención del espectador en la forma lejana que se puede identificar como el faro de Absecon, que todavía existe en Atlantic City. Sus características franjas rojas y blancas se pintaron en 1872, un año antes de la ejecución del cuadro, para incrementar su eficacia como punto de referencia durante el día. La estructura tiene cierta importancia histórica, pues se construyó en 1854 en lo que por aquel entonces era un solitario pueblo del litoral que tenía el nombre indio de Absegame y era un faro bien conocido de la costa oriental.
Las marinas que Richards empezó a pintar asiduamente en la década de 1870 lo mantuvieron ocupado durante el resto de su carrera. Desde 1878 hasta 1880 estuvo en Gran Bretaña y esto le dio la oportunidad de recorrer su variada costa, desde Inglaterra y el oeste de Irlanda hasta las islas del Canal, plasmando sus paisajes que utilizaría en obras posteriores. En 1881 ya se encontraba de vuelta en Estados Unidos y comenzó la construcción de Graycliff, su nueva casa en Newport, Rhode Island. Con ello podía contemplar, desde las ventanas de su hogar, la naturaleza siempre cambiante del mar, que constituía su inagotable fuente de inspiración.
Katherine E. Manthorne