Jardín en Soest
Rohlfs terminó en 1884 sus estudios en la Grossherzogliche Kunstakademie de Weimar, donde se quedó, con algunas interrupciones, hasta 1900. En 1901 Karl Ernst Osthaus, fundador del Folkwang Museum, convenció al artista para que alquilara un estudio en Hagen, Westfalia, como parte de su campaña para que su colección se convirtiera en el punto focal de todo lo que suponía innovación en el arte contemporáneo. Resulta significativo que Osthaus fuera uno de los primeros directores de museos alemanes que comprara cuadros y dibujos de Van Gogh, artista cuyas obras se habían expuesto en Hagen en septiembre-octubre de 1905. En 1905 se organizó una gran exposición internacional de la obra de Van Gogh que se presentó en diversas ciudades alemanas, entre otras Hamburgo, Dresde y Berlín. Dicha exposición, organizada por el marchante berlinés Paul Cassirer en colaboración con la cuñada del artista, Johanna van Gogh-Bonger, contribuyó en gran medida a establecer la fama internacional de Van Gogh, en particular entre los jóvenes artistas de la vanguardia alemana. A juzgar por sus gruesos empastes, su expresiva pincelada y su acumulación aparentemente vertical de colores en parte no naturales, que son los rasgos característicos de Jardín en Soest, no cabe duda de que Rohlfs conocía por aquel entonces la obra de Van Gogh.
A Rohlfs nunca le entusiasmó particularmente Hagen, pero en una excursión que hizo desde allí en 1904, descubrió la pintoresca y antigua ciudad westfaliana de Soest, con sus numerosas iglesias y sus calles antiguas y sus edificios con vigas vistas. Rohlfs se quedó inmediatamente impresionado por Soest, que desempeñaría un papel de tremenda importancia en su vida y en su arte, y regresó al lugar para pasar en él el verano de 1905. Fue probablemente entonces cuando pintó el cuadro que aquí comentamos, que se supone que es una vista desde la ventana de su casa, mirando hacia el jardín. Estuvo de nuevo en Soest en el verano de 1906 y posteriormente pintó muchos cuadros de la ciudad y de sus principales edificios, muchos de ellos de memoria. Entre los mismos se cuenta otra obra de la Colección Thyssen-Bornemisza, la titulada Calle de Soest de 1907, que representa una calle con casas de vigas vistas y la torre de la iglesia de San Pedro en la distancia.
A primera vista, se diría que Jardín en Soest tiene muchas semejanzas, tanto de estilo como de composición, con la obra de Ernst Ludwig Kirchner titulada Mina de arcilla, probablemente ejecutada al año siguiente y que también pertenece a la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza. Sin embargo este parecido es pura coincidencia. Rohlfs era mucho mayor que los artistas de Brücke -de hecho, estaba más cerca, por su edad, de Nolde (nacido en 1867), al que conoció en Soest en 1905, y en cuyo estilo incidía igualmente, por aquella época, el arte de Van Gogh-. Hay que entender las afinidades con la obra de los artistas más jóvenes de Dresde, con los que Rohlfs no tenía contacto directo, en términos de las influencias comunes ante las que reaccionaron los pintores alemanes en los primeros años del siglo XX, en particular las de Gauguin y Van Gogh, y al ejemplo de la pintura francesa neoimpresionista y postimpresionista.
Peter Vergo