Olga Rózanova
Melenki, 1886-Moscú, 1918
La artista rusa Olga Rózanova fue una de las primeras defensoras del arte no figurativo dentro de la vanguardia de su país.
Estudió en Bolshakov y, entre 1904 y 1910, en Moscú con Konstantin Yuone, Ivan Dudin y en la Escuela de Artes Aplicadas Stroganov. En 1911 se trasladó a San Petersburgo, donde pronto entró en contacto con el grupo de artistas relacionados con la Unión de Juventud y participó con ellos en la primera exposición del grupo celebrada en 1912. Durante esta época el poeta Alexei Kruchenykh, inventor del zaum, también llamado realismo disparatado o «transracional», le introdujo en la estética futurista. Rózanova ilustró numerosas publicaciones de Kruchenykh, como Te li le, y comenzó a escribir poemas zaum. En 1914 conoció a Filippo Marinetti y poco después su obra estaría presente en la Prima esposizione libera futurista internazionale en Roma. Asimismo, participaría en las muestras futuristas rusas Tranvía V y 0.10. La última exposición futurista de pintura celebradas en San Petersburgo en 1915.
Su interés por el estudio del color y por la simplificación de las formas, evidente desde sus primeras obras enmarcadas dentro del cubo-futurismo reinante entre los artistas rusos del momento, le llevó a tender hacia la abstracción y a acercarse al suprematismo de Kazimir Malévich. Colaboró con él y Liubov Popova en la realización de la revista Supremus, de la que no se llegó a publicar ningún número.
Tras la Revolución de 1917, Rózanova se implicó en diversas iniciativas culturales, como la Proletkult (Organización Cultural Proletaria) y colaboró en la preparación de las celebraciones del Primero de Mayo. Tras su muerte en 1918, se organizó una gran exposición en su honor en Moscú.
Estudió en Bolshakov y, entre 1904 y 1910, en Moscú con Konstantin Yuone, Ivan Dudin y en la Escuela de Artes Aplicadas Stroganov. En 1911 se trasladó a San Petersburgo, donde pronto entró en contacto con el grupo de artistas relacionados con la Unión de Juventud y participó con ellos en la primera exposición del grupo celebrada en 1912. Durante esta época el poeta Alexei Kruchenykh, inventor del zaum, también llamado realismo disparatado o «transracional», le introdujo en la estética futurista. Rózanova ilustró numerosas publicaciones de Kruchenykh, como Te li le, y comenzó a escribir poemas zaum. En 1914 conoció a Filippo Marinetti y poco después su obra estaría presente en la Prima esposizione libera futurista internazionale en Roma. Asimismo, participaría en las muestras futuristas rusas Tranvía V y 0.10. La última exposición futurista de pintura celebradas en San Petersburgo en 1915.
Su interés por el estudio del color y por la simplificación de las formas, evidente desde sus primeras obras enmarcadas dentro del cubo-futurismo reinante entre los artistas rusos del momento, le llevó a tender hacia la abstracción y a acercarse al suprematismo de Kazimir Malévich. Colaboró con él y Liubov Popova en la realización de la revista Supremus, de la que no se llegó a publicar ningún número.
Tras la Revolución de 1917, Rózanova se implicó en diversas iniciativas culturales, como la Proletkult (Organización Cultural Proletaria) y colaboró en la preparación de las celebraciones del Primero de Mayo. Tras su muerte en 1918, se organizó una gran exposición en su honor en Moscú.