Desnudo tumbado con los brazos hacia atrás
A comienzos del siglo XX, en que la sexualidad fue investigada con mayor seriedad, algunos artistas, entre los que sin duda destaca Egon Schiele, reflejaron en sus retratos determinadas emociones a través de la exageración erótica del cuerpo desnudo. Desde la recuperación científica y artística del cuerpo en el Renacimiento y el consiguiente debate entre su representación ideal o naturalista, hasta finales del siglo XIX, cuando el desnudo comenzó a ser considerado un medio de identificación de la personalidad individual, el retrato desnudo fue un tema utilizado de forma muy excepcional. Sin embargo, en el siglo XX, el cuerpo fue ganando una mayor notoriedad y, como consecuencia de ello, se fue generalizando el retrato desnudo.
Egon Schiele siempre representó el cuerpo al margen de los cánones de belleza, en actitudes desinhibidas cargadas de contenido erótico, y sus personajes, incluso cuando adoptan poses provocativas, se presentan ante nuestros ojos como si estuvieran confinados en su alienación. Como en otras ocasiones, para esta acuarela el artista utiliza una muchacha joven como modelo, una práctica que le valdría una estancia en prisión y una condena por ofensa a la moral pública.
Aunque en el catálogo razonado del pintor Jane Kallir denominaba la obra Desnudo femenino de pie, hemos modificado el título siguiendo a Peter Vergo que afirma que la joven no se encuentra de pie sino tumbada.
Paloma Alarcó