Parque de atracciones
Ben Shahn, fotógrafo al igual que pintor, utilizó en numerosas ocasiones fotografías como punto de partida para sus pinturas. En Parque de atracciones yuxtapone la imagen de una fotografía de un feriante dormido con otra de una pareja disfrutando en una atracción de feria. Ahora bien, el artista se vale de las fotografías en su pintura para configurar un argumento sustancialmente diferente: el feriante dormido sobre el mostrador de un puesto de tiro al blanco que aparecía en la fotografía se convierte en un visitante del parque adormecido, tendido plácidamente sobre un banco, junto a una pareja de espaldas, y la pareja subida en una de las atracciones, colocada en último término, adopta en la pintura un aspecto un tanto irreal al estar sobrevolando un espacio indeterminado.
Shahn ha realizado una abstracción de sus propias fotografías, eliminando cualquier detalle superfluo, y al descontextualizar las figuras y comprimir el espacio ha logrado dotarlo de un aire surreal y convertirlo en una reflexión sobre la condición humana. De este modo, la escena, que podría parecer una apacible tarde festiva, se convierte, por la atmósfera de irrealidad, en la representación plástica del sueño del personaje principal. Según Gail Levin, se trata del sueño de un hombre solitario sobre la deseada vida en pareja; la pintura, por tanto, sería la expresión del sentimiento de soledad.
Paloma Alarcó