Surtidor en Madison Square
En 1904 Sloan siguió a Robert Henri de Filadelfia a Nueva York, donde se sintió atraído por la vida de la ciudad, que comenzó a plasmar en sus cuadros y en su serie de grabados titulada City Life. El artista pasaba varias horas al día paseando por el bajo Manhattan, observando las escenas a su alrededor y, según se desprende de su diario, el surtidor de Madison Square era un motivo que le cautivaba de forma especial. Un año antes de pintar Surtidor en Madison Square ya hablaba de esta fuente en su diario: «El surtidor de Madison Square con hombres y mujeres que no le quitan ojo y en algunos casos sienten su hechizo sensual». En esta obra, de factura fluida y grueso empaste, que combina el fervor por el arte realista y la adopción de la nueva pintura venida de Francia, Sloan sigue las enseñanzas de Robert Henri.
Cuando en 1907 tanto Sloan como los demás artistas en torno a Henri fueron rechazados en la exposición de primavera de la National Academy of Design, ocho de ellos presentaron poco después (en 1908) su obra en la Macbeth Gallery, lo que les valió el nombre de The Eight. Aunque se trataba de artistas de estilos muy diferentes les unía la misma hostilidad hacia la rigidez académica y la afición común por los temas urbanos. Algunos de ellos, como el propio Sloan, participarían al poco tiempo en la creación de la Ashcan School. Aunque ambas experiencias eran más revolucionarias en cuanto a la temática que a la forma, contribuyeron a crear un ambiente propicio para la llegada de las vanguardias a Norteamérica a partir del Armory Show en 1913.
Paloma Alarcó