Suprematismo
1920 - 1921
Óleo sobre lienzo.
70,5 x 53 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV.
767
(1984.18
)
Sala 43
Planta primera
Colección permanente
Alrededor de 1914, cuando Malévich comenzó a derivar hacia el lenguaje constructivo del suprematismo, Nikolái Suetin, al igual que Chashnik y El Lissitzky, se convirtió a esta nueva ideología artística, según la cual el arte debía explorar una abstracción no-objetiva para representar las analogías visuales de la experiencia. Un año después, Suetin participó en la muestra 0.10. La última exposición futurista de pintura, que es considerada el punto de arranque del nuevo movimiento. Hacia 1920, cuando probablemente realizó este lienzo titulado Suprematismo, Suetin colaboró en las actividades del grupo Unovis (Los Heraldos del Nuevo Arte), creado por Malévich en Vitebsk.
Al contrario que Malévich, que aplicó exclusivamente sus teorías a la superficie bidimensional, Suetin siempre se mostró interesado en la representación en el espacio de las nociones suprematistas, de ritmo, peso y movimiento. Por ese motivo, no sólo realizó algunos relieves, sino que en su pintura las formas siempre parecen flotar.
En la década de los años veinte Suetin siguió las indicaciones de Malévich sobre la actividad social del arte y fue paulatinamente abandonando la pintura de caballete. Su actividad derivó entonces hacia la producción de diseños de porcelana, textiles y otras artes aplicadas de vanguardia que tuvieron un auge sin precedentes en esos años. A partir de 1923 trabajó en la fábrica estatal de cerámica Lomonossov de San Petersburgo, donde el pintor aplicó la estética suprematista a las decoraciones de las piezas de porcelana, siguiendo su dictum: «Yo multiplico el mundo».
Paloma Alarcó
Al contrario que Malévich, que aplicó exclusivamente sus teorías a la superficie bidimensional, Suetin siempre se mostró interesado en la representación en el espacio de las nociones suprematistas, de ritmo, peso y movimiento. Por ese motivo, no sólo realizó algunos relieves, sino que en su pintura las formas siempre parecen flotar.
En la década de los años veinte Suetin siguió las indicaciones de Malévich sobre la actividad social del arte y fue paulatinamente abandonando la pintura de caballete. Su actividad derivó entonces hacia la producción de diseños de porcelana, textiles y otras artes aplicadas de vanguardia que tuvieron un auge sin precedentes en esos años. A partir de 1923 trabajó en la fábrica estatal de cerámica Lomonossov de San Petersburgo, donde el pintor aplicó la estética suprematista a las decoraciones de las piezas de porcelana, siguiendo su dictum: «Yo multiplico el mundo».
Paloma Alarcó