24 de diciembre: abrimos de 10:00 a 15:00. 25 de diciembre: museo cerrado.

Wilhelm Trübner estuvo vinculado a la corriente realista que se desarrolló hacia los años setenta del siglo XIX en Múnich, en torno a la figura de Wilhelm Leibl. Su uso del color y tratamiento de la luz, unidos a su pincelada cada vez más suelta, lo aproximaron más adelante a los impresionistas alemanes. En su producción destacan los retratos, paisajes y naturalezas muertas, entre los que se cuentan austeras representaciones de flores.

Es el caso de este florero realizado durante su etapa muniquesa, entre 1874 y 1896. Sobre una mesa desnuda y un fondo oscuro se yergue un jarrón de cristal de líneas muy sencillas y sobrias, en el que se refleja la luz. En su interior apreciamos los tallos del ramo, que está formado por flores de un intenso color rojo. A los pies del jarrón yacen algunos pétalos, así como un crisantemo blanco y mustio en primer plano. Este tipo de composición y tratamiento de la luz en claroscuro podría inspirarse en la tradición de la pintura holandesa de bodegones que Trübner estudió.

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s. XIX - Pintura europea. RealismoPinturaÓleotabla
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