Atribuido a Jan Jansz. van de Velde III
Haarlem, 1619/1620-Amsterdam o Enkhuizen, 1663 (?)
Pintor holandés de bodegones, cuya biografía es difícil de construir por las pocas noticias que de él nos han llegado. Hijo de un grabador llamado Jan van de Velde, nació en la ciudad de Haarlem. Su fecha de nacimiento no se conoce con exactitud, pero ha podido establecerse entre 1619 y 1620 gracias a una serie de documentos. Su primer bodegón conocido data de 1646, pero se desconocen todos los datos relativos a su formación como pintor. En 1642 está documentado en Amsterdam, donde contrajo matrimonio y donde desarrolló su carrera artística. Murió en Amsterdam o Enkhuizer, y la fecha de su fallecimiento se sitúa con posterioridad a 1663, año de su última obra datada conservada.
Sus bodegones son generalmente sencillos: un vaso de vino, otro de cerveza, algún objeto de fumador y, a veces, un paquete de cartas situado en la esquina de una mesa. Su gran aportación al género fue la sensibilidad con la que representó unos pocos utensilios de la vida cotidiana, siendo por ello considerado una de las grandes figuras del bodegón íntimo y de pequeño formato. A pesar de que su repertorio de objetos fue limitado, consiguió imprimir a sus piezas una cierta individualidad, ordenándolas y combinándolas de todas las maneras posibles, evitando así la repetición. Jan Jansz. van de Velde III consiguió relacionar entre sí los pocos elementos representados y no le disgustaron los espacios vacíos, usando en algunas de sus composiciones un único vaso lleno de cerveza, con el que consigue crear espacio.
Su obra acusa la huella del estilo más íntimo de Pieter Claesz, con quien compartió también su gusto por los objetos de fumador, en especial las largas y blancas pipas de Gouda, los encendedores y los cuencos con pequeños carbones. La paleta de Van de Velde es sin embargo mucho más cálida y brillante, probablemente influenciada por su contemporáneo el gran pintor de naturalezas Willem Kalf.
Sus bodegones son generalmente sencillos: un vaso de vino, otro de cerveza, algún objeto de fumador y, a veces, un paquete de cartas situado en la esquina de una mesa. Su gran aportación al género fue la sensibilidad con la que representó unos pocos utensilios de la vida cotidiana, siendo por ello considerado una de las grandes figuras del bodegón íntimo y de pequeño formato. A pesar de que su repertorio de objetos fue limitado, consiguió imprimir a sus piezas una cierta individualidad, ordenándolas y combinándolas de todas las maneras posibles, evitando así la repetición. Jan Jansz. van de Velde III consiguió relacionar entre sí los pocos elementos representados y no le disgustaron los espacios vacíos, usando en algunas de sus composiciones un único vaso lleno de cerveza, con el que consigue crear espacio.
Su obra acusa la huella del estilo más íntimo de Pieter Claesz, con quien compartió también su gusto por los objetos de fumador, en especial las largas y blancas pipas de Gouda, los encendedores y los cuencos con pequeños carbones. La paleta de Van de Velde es sin embargo mucho más cálida y brillante, probablemente influenciada por su contemporáneo el gran pintor de naturalezas Willem Kalf.