Tríptico portátil de la Crucifixión
Lorenzo Veneziano es uno de los pintores más destacados de la escuela veneciana de la segunda mitad del siglo XIV. Pese a los pocos datos que conocemos sobre su vida, este pintor dejó una serie de trabajos, firmados y datados, que han sido la base sobre la que se ha construido su figura y completado su catálogo de obras. Sus trabajos de juventud muestran afinidades con los de otro artista veneciano, Paolo Veneziano, lo que ha llevado a suponer que pudo formarse en ese entorno. El llamado Políptico de Lion, conservado en la Academia de Venecia, fechado en 1357, es la pintura más temprana que se conserva del artista, y la más tardía, La Virgen con el Niño entronizados, firmada y fechada en 1372, en el Musée du Louvre.
Este tríptico, con su atribución actual, salió a subasta en Londres en 1976, siendo adquirido para la colección de Carlo de Carlo con sede en Florencia. La pintura entró en la colección Thyssen-Bornemisza unos años más tarde, en 1979, procedente del mercado de arte italiano. Según los datos recogidos en el catálogo de la subasta en Londres, la obra procedía de la colección del conde Alexander Schouvaloff de San Petersburgo, donde estaba a mediados del siglo XIX. El tríptico pasó en herencia por varias generaciones de la familia y se fotografió en la década de 1890, cuando formó parte de la decoración de una de las salas del domicilio de Alexander von Benckendorff. Pallucchini, en 1964, fue el primero en atribuir la pintura a Lorenzo Veneziano, que previamente, en 1960, se había dado a conocer al formar parte de una exposición en la Royal Academy de Londres, en la que se catalogó como de un anónimo veneciano, fechada hacia 1370. Salvo Pope-Hennessy, que la consideró de un miniaturista anónimo próximo a Lorenzo Veneziano, la crítica ha sido unánime con su autor, pese a las dificultades que existen para compararla con otros trabajos del artista en los que empleó una escala mayor.
El tríptico conserva su marco original, aunque con algunas pérdidas en su decoración y en la madera tallada con la que se remata. Lorenzo Veneziano dedica la tabla central a La Crucifixión y la predella de este pequeño altar a cuatro santos que de izquierda a derecha son: Santa Lucía que porta un pequeño recipiente y los ojos; un santo, sin identificar, que bendice con una mano mientras que con la otra sostiene un libro; Santa Elena con la cruz apoyada en uno de sus hombros; y Santa Margarita, que pisa el dragón y lo conduce con unas bridas. La Crucifixión mantiene una ordenación tradicional con la Magdalena a los pies y los dos grupos distribuidos a ambos lados de la cruz, con los soldados y fariseos en el fondo y las figuras de María, las santas mujeres y san Juan en primeros términos. Lorenzo Veneziano concluye el episodio central de la Pasión con dos ángeles y un pelícano que alimenta sus crías con su sangre y que ha instalado en un nido justo debajo de la cartela con la leyenda «i.n.r.i.». El pelícano, según El Fisiólogo, llora la muerte de sus crías durante tres días, momento en el que la madre se desgarra el pecho y salpica con su sangre a sus polluelos que vuelven a la vida; este motivo es un símbolo cristológico.
La tabla lateral izquierda presenta de arriba a abajo: El ángel de la Anunciación, La Trinidad, La triple Ana y La estigmatización de san Francisco; y en la derecha: La Virgen de la Anunciación, El Bautismo de Cristo, La conversión de san Pablo y tres santos: San Antonio de Padua, san Antonio Abad y san Luis de Toulouse. En las puertas exteriores, dibujados a punta del pincel y pigmento claro, los santos Santiago el Mayor y san Cristóbal con el Niño en sus hombros. Las figuras se insertan en el fondo de oro con los perfiles bien definidos, y en ellas se analizan con cuidado, pese a sus reducidas dimensiones, sus posturas y sus gestos, como puede observarse en La Virgen de la Anunciación que, sorprendida por el ángel hacia el que se gira, ademán de san Pablo al caer de su caballo. El tríptico está fechado por Boskovits hacia 1370-1375.
Mar Borobia