Retrato de Antonia Canis
Cornelis de Vos fue un pintor que cultivó la pintura de historia. Sin embargo, un capítulo importante de su actividad artística lo constituyen los retratos, individuales o en grupo, modalidad esta última a la que aportó interesantes novedades. De Vos fue, entre la adinerada burguesía, uno de los retratistas más populares de Amberes, especialmente en la década de 1620, etapa precisamente en la que está fechado este lienzo. La huella que sobre De Vos ejerció Van Dyck en la evolución de su estilo y en sus modelos es evidente y, como apuntó Sutton, esta impronta se reflejó más en los aspectos externos que ponen en evidencia la prosperidad de la clase social a la que retrató que en el refinamiento y la gracia con la que representó a sus clientes.
Una pintura que condicionó en esos años los retratos individuales femeninos de De Vos fue precisamente la tela de Van Dyck, conservada en la Frick Collection de Nueva York, con la imagen de la hermana del artista: Margaretha de Vos, esposa del pintor Frans Snyders. Este lienzo, fechado antes de la partida de Van Dyck a Italia, hacia 1620- 1621, inspiró a nuestro artista una serie de trabajos entre los que se puede incluir este retrato de Antonia Canis. De Vos ha instalado a su modelo sentada, en un interior que se abre a un paisaje con dos columnas a la izquierda y un pesado cortinón a la derecha. La posición de las manos, una descansando en el brazo del sillón y la otra sobre las piernas sosteniendo un llamativo abanico de plumas, la posición del cuerpo, así como el leve giro de la cabeza que le permite dirigir la mirada al espectador, son una transposición del retrato de Margaretha de Van Dyck. De Vos, sin embargo, ha reelaborado el fondo simplificándolo respecto del modelo de Van Dyck. Este mismo esquema, pero cambiando el abanico por un pañuelo, aparece en otro retrato de nuestro pintor de la colección del duque del Infantado.
El personaje de este cuadro fue identificado por Ludwig Burchard gracias al escudo que aparece, junto a la edad de la retratada, veinticinco años, y la fecha, 1624, en el ángulo superior derecho de la pintura. Este mismo escudo figura junto con los nombres Antonia Canis y Jan van Eversdtck en una vidriera donada por el matrimonio en 1623 a la iglesia carmelita de Amberes, realizada por Abraham van Diepenbeeck con san Joaquín y santa Ana. La primera mitad del escudo de la pintura, con tres cabezas de venado, pertenece a Jan van Eversdtck, esposo de la retratada, y la segunda, con tres canes y una estrella roja, a la familia de Antonia.
Esta tabla fue adquirida en 1935 en Múnich, a Rudolph Heinemann. Años antes había figurado en dos galerías: la del marchante de Amberes Sam Hartveld y la londinense Asscher & Welker. En su historial de propietarios también figura la colección de Gaston Neumans en París.
Mar Borobia