El pintor francés Édouard Vuillard estuvo rodeado desde su juventud por Ker-Xavier Roussel, Maurice Denis, Pierre Bonnard y Paul Sérusier, que a partir de 1889 serían sus compañeros nabi. Junto a ellos apostaría por un nuevo arte sintetista inspirado por el ejemplo de Paul Gauguin, en el que la observación directa de la naturaleza perdía importancia y la reducción de las formas y colores se llevaba al límite.

Tras abandonar en 1885 la tradición militar de su familia y asistir a clases en la Académie Julian, Vuillard logró, en 1888, ser admitido en la École des Beaux- Arts. Sin embargo, pronto se alejó de la rigidez del sistema académico y se unió a Bonnard y Sérusier, dos de los más relevantes representantes del grupo de los nabi. Gracias a su amistad con Aurélien Lugné-Poë, productor teatral que introdujo en París el drama simbolista, tuvo una relación intensa con el mundo del teatro y participó en la fundación del Théâtre de L’Oeuvre. Colaboró en la puesta en escena de varias obras, como L’Intruse y Les Aveugles, de Maeterlinck, y Ubu roi, de Alfred Jarry. La asociación del grupo nabi durante la década de 1890 a La Revue Blanche le permitió colaborar como ilustrador. La amistad con los editores de la revista, los hermanos Natanson, le proporcionó los primeros encargos para la realización de sus series de paneles decorativos.

Con el cambio de siglo su estilo tendió hacia un mayor naturalismo. Entró en contacto con la familia Hessel y la estrecha relación que se estableció entre ellos convirtió a su círculo de amistades en los nuevos clientes de sus paisajes y, especialmente, de sus retratos, que se convertirían con el tiempo en el género predominante en su pintura. Sus obras representaban al retratado en interiores, situaciones domésticas, en las que quedaron retratadas las modas y modos de vida de la alta burguesía del momento.

Al final de su vida, recibiría importantes encargos públicos para la realización de grandes pinturas murales como en el Palais Chaillot en 1936 y la sede de la Liga de las Naciones en Ginebra en 1937.Moriría tras la invasión alemana en 1940, dos años después de que el Musée des Arts Décoratifs celebrase una exposición retrospectiva de su obra.

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