La cantante
Édouard Vuillard fue uno de los fundadores del grupo nabi, junto a Maurice Denis y Paul Sérusier, que nació de las enseñanzas de las obras bretonas de Gauguin y de la influencia de los grabados japoneses del siglo XIX. Derivado de la imaginación más que de la observación directa del motivo, el nuevo lenguaje pictórico combina una técnica sintetista, de formas y colores reducidos a su mínima expresión, con unos temas urbanos e intimistas.
Como los demás componentes del grupo nabi, Vuillard se mantuvo muy cercano al mundo del teatro y entre 1893 y 1903 colaboró con el productor Aurélien Lugné-Poe en los decorados del Théâtre de l’Oeuvre. La cantante, un pastel de 1891-1892, nos acerca al mundo de su amigo el actor Coquelin-Cadet, su primer mecenas y miembro del grupo en torno a la revista La Revue Blanche de Thadée Natanson. La imagen, en un plano muy cercano, capta el instante en que una actriz se inclina para saludar al público al finalizar la representación. El virtuosismo técnico con que Vuillard trabaja el pastel convierte esta pequeña obra en un significativo ejemplo de su delicada armonía y su maestría para captar efectos luminosos misteriosos.
Paloma Alarcó