Edward Wadsworth
Cleckheaton, 1889-Londres, 1949
Miembro del movimiento vorticista británico, el pintor Edward Wadsworth estudió brevemente ingeniería antes de comenzar su formación como pintor en la Bradford School of Art primero, y entre 1908 y 1912 en la Slade School of Art de Londres. En 1912 entró en los talleres Omega de Roger Fry, en los que permanecería poco tiempo, ya que los abandonaría para acompañar a Wyndham Lewis en su proyecto para crear el Rebel Art Centre.
Wadsworth procedía de una familia de industriales de la zona de Bradford y quizá por ello se sintió atraído, como muchos artistas contemporáneos, por las máquinas. En sus obras, ligadas al vorticismo y de las que la mayor parte fue destruida o está en paradero desconocido, comenzaron a aparecer elementos que hacían referencia a un mundo mecanizado y que denotaban un conocimiento del arte futurista italiano. Sin embargo, y a pesar de que sería uno de los organizadores de la cena celebrada en Londres en honor a Filippo Tommaso Marinetti en 1913, mantuvo ciertas objeciones acerca de este movimiento. Paralelamente admiró la obra de Wassily Kandinsky y publicó su traducción al inglés de De lo espiritual en el arte en la revista vorticista Blast, creada por Lewis.
Tras su participación en 1915 en la Vorticist Exhibition en la Doré Gallery, entró a prestar servicio en la reserva de voluntarios de la Royal Navy y, tras el fin de la guerra, su destino se separó del de Lewis. Su arte recuperó un mayor interés por la representación del mundo real, aunque sus temas continuaron centrándose en representar máquinas y paisajes marinos, otro gran tema que ya había estado presente en su obra anterior. En 1933 fue miembro fundador del Unit One, grupo dedicado a promover la renovación artística en Gran Bretaña, y en 1934 el realismo de sus pinturas se acercó a lo mágico, relacionándose así de algún modo con las corrientes surrealistas.
Wadsworth procedía de una familia de industriales de la zona de Bradford y quizá por ello se sintió atraído, como muchos artistas contemporáneos, por las máquinas. En sus obras, ligadas al vorticismo y de las que la mayor parte fue destruida o está en paradero desconocido, comenzaron a aparecer elementos que hacían referencia a un mundo mecanizado y que denotaban un conocimiento del arte futurista italiano. Sin embargo, y a pesar de que sería uno de los organizadores de la cena celebrada en Londres en honor a Filippo Tommaso Marinetti en 1913, mantuvo ciertas objeciones acerca de este movimiento. Paralelamente admiró la obra de Wassily Kandinsky y publicó su traducción al inglés de De lo espiritual en el arte en la revista vorticista Blast, creada por Lewis.
Tras su participación en 1915 en la Vorticist Exhibition en la Doré Gallery, entró a prestar servicio en la reserva de voluntarios de la Royal Navy y, tras el fin de la guerra, su destino se separó del de Lewis. Su arte recuperó un mayor interés por la representación del mundo real, aunque sus temas continuaron centrándose en representar máquinas y paisajes marinos, otro gran tema que ya había estado presente en su obra anterior. En 1933 fue miembro fundador del Unit One, grupo dedicado a promover la renovación artística en Gran Bretaña, y en 1934 el realismo de sus pinturas se acercó a lo mágico, relacionándose así de algún modo con las corrientes surrealistas.