Worthington Whittredge
Thomas Worthington Whitridge -que posteriormente renunciaría al nombre de pila Thomas y cambiaría la grafía de su segundo apellido- nació en una alquería cerca de Springfield, Ohio, el 22 de mayo de 1820. Ya en 1837 se había trasladado a Cincinnati, Ohio, importante ciudad del medio oeste de Estados Unidos situada a orillas del río Ohio, donde se colocó con su cuñado, Almon Baldwin, como pintor de brocha gorda y rotulista. El artista se inclinó primero por el retrato y luego por el paisaje, exhibiendo tres lienzos en la exposición inaugural de la Cincinnati Academy of Fine Arts en 1839. Luego se trasladó a Indianápolis, Indiana, donde colaboró durante breve tiempo con un daguerrotipista. En 1842, Henry Ward Beecher -hermano de Harriet Beecher, la autora de La cabaña del tío Tom-, que luego llegaría a ser un importante sacerdote abolicionista de Brooklyn, Nueva York, se hizo cargo de Whittredge, que se encontraba enfermo y sin recursos. Cuando regresó a Cincinnati, Whittredge envió en 1846 a la National Academy of Design de Nueva York un paisaje que fue cálidamente elogiado por Asher B. Durand, presidente de esta institución.
Gracias a los encargos de sus mecenas de Cincinnati, en 1849 Whittredge viajó a Europa. Recorrió Bélgica y Alemania y llegó luego a París, donde pasó el invierno. Whittredge visitó el pueblecito francés de Barbizon pero, en aquel momento, no le causaron mayor efecto los pintores que trabajaban allí. En 1850 se instaló en Düsseldorf, Alemania, donde se le unió su discípulo Benjamin McConkey, que también había estudiado con Thomas Cole. Whittredge se hospedó durante un año en casa de Andreas Achenbach, pero no fue alumno suyo. Trabó amistad con Emmanuel Leutze, que le pidió que posara para varios personajes de su cuadro Washington cruzando el río Delaware y participó en las reuniones vespertinas del club artístico «Malkasten. En 1856 se marchó de Düsseldorf y, junto con Leutze, William S. Haseltine y John Irving, emprendió un viaje a Suiza para hacer apuntes, y allí se les unió Albert Bierstadt. En 1857 ya estaba viviendo en Roma con Haseltine, Bierstadt y Sanford Robinson Gifford.
Whittredge regresó a Nueva York en agosto de 1859, pasó un mes en Newport, Rhode Island, y volvió a visitar Cincinnati. En 1860 Whittredge ya se encontraba en Nueva York, instalado en el Studio Building de la calle 10. Aquel año lo eligieron socio de la National Academy of Design y al año siguiente académico de pleno derecho. Desde 1874 hasta 1877 ocupó el cargo de presidente y la institución vivió por aquel entonces unos años muy tumultuosos. Whittredge también llegó a ser miembro de los clubes Century Association, Lotos y Union League.
En 1866, efectuó su primer viaje al oeste, acompañando al general John Pope a Colorado y Nuevo México. Al año siguiente, cuando contaba cuarenta y siete años de edad, se casó con Euphemia Foote en Geneva, Nueva York; ella tenía diecisiete años menos que él. Whittredge regresó a Platte River, Colorado, y Wyoming con John F. Kensett y Gifford en 1870; al año siguiente viajaría por última vez al oeste. Muchas de las mejores obras de Whittredge son fruto de estos viajes al oeste.
A comienzos de la década de 1870, pintó escenas de Nueva Inglaterra en Newport, Gloucester, y Cabo Ann. A mediados de la misma, creó una serie de interiores de bosque en los Catskills, ejecutados en un estilo más próximo al de Barbizon; volvió a tratar este tema en la década de 1880. En 1879, Whittredge compró una finca cerca de Summit, en Nueva Jersey, y al año siguiente se instaló en su casa, «Hillcrest», que Calvert Vaux había diseñado para él. En 1892-1893 acompañó a Frederic Edwin Church a México, pero este viaje generó un número reducido de obras. En 1904 se celebró una exposición de ciento veinticinco cuadros suyos en la Century Association de Nueva York. En 1905 terminó su autobiografía, documento entretenido y valioso -aunque a menudo inexacto- sobre la escena artística norteamericana en el siglo XIX. Whittredge murió el 25 de febrero de 1910 en Summit, Nueva Jersey, pocos meses antes de cumplir noventa años.
Kenneth W. Maddox