El rastro perdido
Durante los años anteriores a la guerra civil americana, una época de expansión hacia el Oeste, numerosos escritores y artistas quisieron inmortalizar en sus obras la vida de los indios nativos antes de su desaparición. Entre ellos cabe destacar al pintor de origen alemán Charles Ferdinand Wimar, que llegó a ser apodado «pintor de indios» por haberles dedicado la mayor parte de su corta, aunque prolífica, carrera pictórica, y por su habitual costumbre de vestirse como ellos. Este Rastro perdido es una de las cinco versiones de un cuadro iniciado en Alemania y finalizado en América y, poco después, perdido en un incendio. Pintado, según reza la inscripción del propio artista, en San Luis, al poco tiempo de regresar de su estancia en Düsseldorf, representa a un grupo de guerreros indios a caballo en busca del rastro de algún enemigo en uno de los cañones del Bajo Missouri en pleno amanecer.
Wimar nos muestra a los indios como desterrados, deambulando errantes por una tierra que ya no es suya. Por otra parte, su imagen, con los torsos desnudos y las caras pintadas, responde a los estereotipos fijados por sus contemporáneos y a las fantasías románticas europeas sobre la vida libre y aventurera de la frontera americana. Hasta que viajó por primera vez al Oeste americano, en 1858, casi al final de su vida, Wimar representó a los indios sin ninguna fiabilidad etnográfica y utilizó como fuentes de inspiración las obras de otros pintores, como las ilustraciones de Karl Bodmer, o determinados textos literarios, como las novelas de James Fenimore Cooper. De hecho, podríamos fácilmente relacionar esta escena con algún pasaje de la obra de Cooper, en el que el indio Chingachgook estuviera buscando el rastro de algún enemigo antes de ser borrado por el viento.
Wimar utiliza un lenguaje pictórico muy potente y una composición muy estudiada. En este sentido, sigue la estela de algunas pinturas de su maestro, el pintor de historia, también de origen alemán, Emanuel Leutze. Como apunta Elisabeth Garrity Ellis, El rastro perdido de la colección Thyssen-Bornemisza repite la misma composición de diagonales que la obra de Leutze Las tropas en Monmouth. Las posturas y la colocación de los brazos de las figuras de los dos indios principales pueden ponerse en relación con las del general Lee y el general Washington de la mencionada pintura, y las figuras del primer término aparecen en ambas composiciones con la misma postura agachada.
Paloma Alarcó