El Arno en el puente Santa Trinita
En la actualidad, todavía se puede reconocer el panorama urbano de esta veduta florentina de Zocchi. El Lungarno Guicciardini se ve como una gran avenida a su cruce con la via de' Coverelli, por donde de repente gira un carruaje aristocrático, haciendo caso omiso de los transeúntes. En el fondo aparece impecable la fachada del magnífico Palazzo dei Padri delle Missioni, del siglo XVII.
Antonio Morassi fue quien publicó este cuadro, observando su relación -en particular en lo que se refiere a las dimensiones- con otros dos lienzos que antaño pertenecieron a Gerini y en la actualidad son de Marco Grassi, en los que están representadas respectivamente una vista de Florencia desde fuera de la puerta de San Niccolò y una vista de la Piazza della Signoria. Existen fundados motivos históricos para identificar la veduta de la Colección Thyssen con una de las tres que expuso el conde Agnolo Galli Tassi en la Santissima Annunziata en julio de 1767, inmediatamente después de la muerte de Zocchi, acaecida el 22 de junio. Este «tríptico» estaba compuesto por la Veduta col Ponte a Santa Trinita, que casi con toda certeza corresponde al cuadro de la Colección Thyssen, una Veduta della Pescaia y una Veduta della Piazza San Firenze.
En un grabado que deriva libremente del óleo de la Colección Thyssen y que a su vez se basa en un dibujo -uno de los setenta y siete dibujos ejecutados para las dos series de grabados con vistas de Florencia y sus villas, publicadas en 1744 y que en la actualidad se hallan en la Pierpont Morgan Library de Nueva York- se ha añadido sobre la línea del horizonte el campanile de Giotto y la parte superior de la cúpula de la catedral con la linterna. Según F. M. N. Gabburri, se empezaron a hacer grabados a partir de vistas florentinas de Zocchi ya en 1741 o a principios de 1742, año en que murió el coleccionista e historiador, por lo que hay que suponer que el cuadro que aquí comentamos es más o menos de esa fecha.
Se inspira evidentemente, por su concepto y estilo, en el vedutismo veneciano de Canaletto y Bellotto. Zocchi tuvo ocasión de conocer dicho estilo directamente durante su estancia en Venecia, entre 1739 y 1741, cuando aprendió la técnica del grabado sobre cobre en el taller de Joseph Wagner. Desde su juventud, Zocchi gozó de la estima de Gabburri, el cual hizo posible que se viera en Florencia un cuadro de Canaletto, en la exposición celebrada en la Santissima Annunziata en 1729, en particular gracias a los buenos oficios de su ilustre corresponsal Anton Maria Zanetti el Viejo. Esta circunstancia tuvo probablemente gran importancia para el propio Zocchi, que entretanto había pasado a ser el protegido del marqués Andrea Gerini, en cuya casa pintó vedute «al estilo del famoso Canaletto», según Gabburri.
Se ha subrayado la relación con las pinturas de Belloto -que de hecho en sus propias vedute florentinas adoptó los puntos de vista preferidos por Zocchi- y todavía más con las de Marieschi, por ejemplo en el denso rayado que quiebra la superficie del agua en algunas vedute fluviales de Zocchi, en particular en una en la que representa los «lungarni» con el puente de Santa Trinita vistos desde el Palazzo Ruccellai y en la que aquí comentamos. Esta última es un caso insólito por demás, ya que está documentada por el dibujo preparatorio antes mencionado, que se conserva en la Pierpont Morgan Library, que sirvió de base para este lienzo y para la estampa del grabador florentino Vincenzo Franceschini (publicada junto con las otras veintitrés vedute de 1744 por Giuseppe Allegrini). El motivo aparece igualmente en un cuadro perteneciente a la colección particular de Thomas Patch. Desde luego, el puente de Santa Trinita, tan apropiado para las celebraciones de la ciudad, constituía uno de los principales motivos de las vedute florentinas reinventadas por Zocchi.
Roberto Contini