Gabriele Münter y la vanguardia
El círculo personal y profesional de la artista a través de sus obras
Este itinerario plantea un recorrido paralelo a la exposición Gabriele Münter a través de una selección de obras en las que la artista retrató a su círculo más cercano. Amigos y compañeros, casi todos artistas y, en gran medida, mujeres, que pertenecieron a los grupos vanguardistas en los que la pintora alemana se integró a lo largo de su vida.
En ocasiones, sus pinturas atestiguan cómo su vida y su obra estuvieron relacionadas con destacados representantes de la vanguardia artística europea, desde Wassily Kandinsky a Arthur Segal. Otras composiciones, sin embargo, tienen como protagonistas a personas que, pese a haber sido relevantes en su momento, hoy en día son prácticamente desconocidas.
Algunos de los artistas que aparecen en las obras de Münter están representados en las colecciones del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, por lo que animamos a revisitarlas como complemento de la visita a la exposición.
Wassily Kandinsky
(Moscú, 1866–Neuilly-sur-Seine, 1944)
Wassily Kandinsky preside esta composición en la que está acompañado por Marianne von Werefkin, con sombrero rosa, y, situada de espaldas, Gabriele Münter. El pintor ruso conoció a Münter en 1902 siendo su profesor en la escuela Phalanx, y entre 1903 y 1916 fueron pareja artística y sentimental.
La estancia en Murnau de ambos en el verano de 1908, junto a Werefkin y Jawlensky –que no aparece en la escena, pero que está representado por su hijo Andreas–, se considera un acontecimiento clave para el desarrollo del expresionismo y el precedente de la fundación, en enero de 1909, de la Nueva Asociación de Artistas de Múnich, conocida por sus siglas en alemán NKVM, de la que Kandinsky fue el primer presidente. Esta obra, que fue presentada por la artista en la segunda exposición de la asociación en septiembre de 1910, capta un instante de las temporadas que el grupo pasó en esta localidad bávara trabajando.
Wassily Kandinsky es uno de los artistas mejor representados en las colecciones del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Sigue este enlace para conocer más sobre este pionero de la abstracción, clave en el desarrollo del arte del siglo XX, y sus obras del museo.
Marianne von Werefkin
(Tula, 1860–Ascona, 1938)
Marianne von Werefkin fue una pintora expresionista de origen ruso, formada en el círculo del pintor realista Iliá Repin (1844-1930), a través del cual conoció al también pintor Alexej von Jawlensky, quien se convirtió en su pareja sentimental y artística. En 1896 ambos se trasladaron a Múnich, instalándose en el bohemio barrio de Schwabing.
Allí, Werefkin lideró una tertulia en su casa que se llegó a ser el epicentro de la renovación artística de la ciudad y del desarrollo del movimiento expresionista, a la que, entre otros muchos, acudieron Gabriele Münter y Wassily Kandinsky.
La artista rusa, que dominó los recursos del expresionismo antes que Jawlensky, Münter o Kandinsky gracias a su profundo conocimiento del arte francés, también desarrolló sus propias teorías artísticas en las que anticipó, de forma pionera, la abstracción. Sin embargo, estos escritos continúan siendo prácticamente desconocidos, en gran medida debido a que no fueron publicados hasta 1960.
Olga von Hartmann
(San Petersburgo, 1885–Santa Fe, 1979)
Olga von Hartmann estuvo casada con el compositor y pianista Thomas von Hartmann (1885-1956) y se vio involucrada en el entorno personal y profesional de su marido y en sus actividades. Fue amigo de la pareja el también compositor Serguéi Tanéyev (1856-1915), quien la animó a tomar clases de canto en Nápoles, siendo el punto de partida de una exitosa carrera como cantante de ópera que la llevaría a actuar en importantes teatros de Rusia.
A principios de siglo, el matrimonio Von Hartmann, se trasladó a Múnich y frecuentó las tertulias artísticas celebradas en el salón de Marianne von Werefkin. Allí conocieron a Wassily Kandinsky, con quien iniciaron una relación de amistad, así como una intensa colaboración artística y profesional. A raíz de ello, Olga von Hartmann y Gabriele Münter entraron en contacto e iniciaron una cercana y dilatada relación.
Alexej von Jawlensky
(Torzhoc, 1864–Wiesbaden, 1941)
Pintor de origen ruso, Jawlensky se trasladó a Múnich en 1896. Un año después, en la escuela de pintura de Anton Ažbe, conoció a Wassily Kandinsky, con quien entabló gran amistad y una fructífera relación de trabajo. El grupo artístico que conformaron, a partir de 1908, junto a sus parejas, Marianne von Werefkin y Gabriele Münter, gestó algunas de las iniciativas más revolucionarias de renovación que definieron el arte alemán y europeo de principios de siglo. Juntos fundaron en 1909 la Nueva Asociación de Artistas de Múnich (NKVM) y desarrollaron las bases del estilo expresionista del sur de Alemania.
Entre Münter y Jawlensky existió una afinidad especial en términos personales y artísticos. Durante los veranos que pasaron en Murnau, acompañados por Werefkin y Kandinsky, solían pintar juntos. La propia artista reconocería la decisiva influencia del pintor ruso en su propia evolución hacia la simplificación de las formas y el uso de contornos marcados y oscuros como resultado de un proceso de síntesis.
Sigue este enlace para conocer más sobre Jawlensky y su obra El velo rojo, de 1912.
Erma Bossi
(Pola, 1875–Cesano Boscone, 1952)
Erma Bossi fue una de las figuras más sobresalientes de la vanguardia artística europea de principios de siglo. Llegó a Múnich tras el cambio de centuria para formarse como pintora en la Academia de Mujeres, donde probablemente conoció a Gabriele Münter. En 1909 fue cofundadora de la Nueva Asociación de Artistas de Múnich (NKVM) y participó en sus exposiciones. Durante los años anteriores a la Primera Guerra Mundial, Bossi visitó frecuentemente la casa de Münter y Kandinsky en Murnau, tal y como se puede constatar en este lienzo. También fue miembro habitual de las tertulias en casa de Marianne von Werefkin en Schwabing.
Con el estallido de la Gran Guerra, se trasladó a París y posteriormente a Milán, donde se relacionó con los círculos artísticos locales. Aunque Bossi fue una de las pocas mujeres cuya obra se expuso en las Bienales de Venecia de 1930 y 1935, la llamativa falta de documentación sobre esta última etapa de su vida y de su obra ha condicionado de forma negativa su fortuna crítica y provocó su exclusión del relato historiográfico. En los últimos años están teniendo lugar importantes iniciativas de recuperación y puesta en valor de esta gran artista.
Franz Marc
(Múnich, 1880–Verdún, 1916)
Franz Marc, a la izquierda en la fotografía, fue uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán y cofundador de El Jinete Azul. En Múnich frecuentaba las tertulias en casa de Marianne von Werefkin donde conoció, en enero de 1911, a Wassily Kandinsky y Gabriele Münter.
La conexión intelectual con Kandinsky, que aparece acompañándole en la imagen, hizo que, durante el verano de ese mismo año, comenzaran a trabajar, junto con Münter, en la redacción de un almanaque concebido como un manifiesto de un arte nuevo que debía ser entendido como forma de expresión espiritual. Bajo el nombre de El Jinete Azul, se buscó la colaboración exclusiva de artistas y la reivindicación del arte en todas sus expresiones y sin clasificaciones temporales o geográficas. En la imagen, Marc muestra orgulloso la portada de su primera y única publicación, que vería la luz algo después de esta toma, en mayo de 1912, y que consolidaría desde su génesis la fundación de uno de los grupos artísticos más relevantes del siglo XX.
Sigue este enlace para conocer más sobre Franz Marc y El sueño, de 1912, una de sus obras más emblemáticas.
El Jinete Azul
El 18 de diciembre de 1911 se inauguró en la galería Thannhauser de Múnich la primera exposición de El Jinete Azul, legendario grupo de artistas expresionistas surgido en torno al proyecto editorial liderado por Wassily Kandinsky y Franz Marc y en el que Gabriele Münter participó muy activamente.
Kandinsky captó en esta imagen a Münter junto a otros integrantes del grupo. De izquierda a derecha:
- Gabriele Münter.
- Maria Marc (1876-1955), mujer de Franz Marc. Hoy es reconocida como parte del influyente grupo de mujeres artistas de El Jinete Azul cuyas aportaciones, al igual que las de sus compañeros masculinos, fueron determinantes.
- Bernhard Koehler (1849-1927), promotor y mecenas del grupo, emparentado con August Macke.
- Thomas von Hartmann (1885-1956), compositor y músico ruso muy próximo a Kandinsky.
- Heinrich Campendonk (1889-1957), pintor expresionista que estuvo relacionado con el grupo gracias a August Macke (1887-1914), figura también decisiva dentro de El Jinete Azul.
- Franz Marc (1880-1916), sentado delante. Fue uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán.
La visita a las colecciones permanentes del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza te acerca a la obra de Franz Marc y Heinrich Campendonk. También a la de otros miembros del grupo, como August Macke o Paul Klee, que no aparecen en la fotografía.
La vanguardia sueca
El niño retratado, Iwan, fue el único hijo de los artistas suecos Sigrid Hjertén (1885-1948) e Isaac Grünewald (1889-1946). Ambos se habían formado en la Academia Matisse en París y, tras su regreso a Suecia, actuaron como núcleo irradiador del arte moderno en este país.
Durante su exilio en Estocolmo, Münter conoció al matrimonio, al que la unió una sólida amistad. Entre los tres se generó un importante intercambio artístico y juntos participaron en distintas exposiciones bajo la promoción de la galería Der Sturm de Berlín.
Hjertén trabajó como diseñadora de textiles antes de dedicarse a la pintura. Por su parte, Grünewald llegó a obtener gran éxito con la decoración y el diseño de escenografías para importantes edificios como la Ópera Real o la Sala de Conciertos de Estocolmo. También se dedicó a la docencia, abriendo su propia escuela de arte.
Anna Roslund
(Karlskrona, 1891–Copenhague, 1945)
Escritora y música, Anna Roslund fue una mujer culta e independiente a la que Münter retrató en 1917 fumando y con un corte de pelo masculino, a lo garçon. Estos elementos simbolizaban la libertad conquistada en aquel momento por ciertas mujeres pertenecientes a la élite intelectual. Roslund era hermana de la artista Nell Walden (1887-1975) quien, casada con Herwarth Walden (1879-1941), se involucró activamente en las actividades de Der Sturm.
Der Sturm fue el nombre de una publicación periódica y, más tarde, de una galería de arte. Fue fundada por Herwarth Walden en 1910 en Berlín y desempeñó un papel fundamental en la promoción y difusión del arte moderno. También fue clave en el desarrollo artístico y profesional de Gabriele Münter, no sólo en Alemania, sino también durante su exilio escandinavo. Los contactos profesionales y personales en Suecia y Dinamarca que le proporcionaron los Walden fueron vitales para su subsistencia. Entre estos, el de Anna Roslund, con quien la artista residió durante dos semanas a su llegada a Copenhague en 1917.
Sylvia von Harden
(Hamburgo, 1894–Croxley Green, 1963)
La efervescente vida cultural berlinesa de los años veinte del siglo pasado estuvo protagonizada por el emblemático Romanisches Café, que se convirtió en un célebre espacio de encuentro de los intelectuales y artistas durante esa década.
Entre las personalidades que frecuentaron este lugar se encontraba la periodista y poeta Sylvia von Harden, a quien Gabriele Münter conoció en 1928. En el dibujo En el sofá, la pintora sitúa a Von Harden a la izquierda de la composición y logra captar su esencia a través de su pose despreocupada y su aspecto andrógino y poco convencional. Con su característico corte de pelo a lo garçon, la escritora personificaba el nuevo modelo de “mujer moderna” que Münter tanto representó en aquellos años: una mujer emancipada e independiente presente en círculos intelectuales tradicionalmente masculinos. Estos rasgos fascinaron también al artista Otto Dix (1891-1969) quien, con su famoso retrato de la periodista (Centre Pompidou, París), la encumbró como verdadero icono de la modernidad.
Otto Dix está representado en las colecciones Thyssen-Bornemisza con el Retrato de Hugo Erfurth con perro, 1926.
Eleonora Kalkowska
(Varsovia, 1883–Berna, 1937)
La poeta y actriz polaco-germana Eleonora Kalkowska fue una destacada figura de la escena artística y cultural del Berlín de la República de Weimar y, como tal, acudió asiduamente a las reuniones de intelectuales celebradas en el icónico Romanisches Café. Fue en este lugar donde Münter y Kalkowska se conocieron en 1926.
En los primeros años del siglo XX, Kalkowska había abandonado su carrera universitaria en París para dedicarse íntegramente a la escritura, publicando su primera y célebre obra en prosa, Hambre de vida, en 1904. En los años siguientes compaginó esta actividad con sus estudios de interpretación, motivo por el que se trasladó a Berlín, donde actuó en varios teatros. La publicación en 1916 de su segundo volumen de poesía, El humo del sacrificio, la consagró definitivamente. También fue autora de interesantes obras dramáticas. Su voz crítica y reivindicativa y su compromiso social, antibélico y feminista, definen su corpus literario y la convierten en viva imagen de su época.
Arthur Segal
(Iasy, 1875–Londres, 1944)
Arthur Segal fue un artista de origen rumano reconocido por su “pintura prismática”, una fórmula pictórica derivada de sus teorías sobre la percepción y el equilibrio compositivo. Desarrolló su carrera artística entre Múnich y Berlín, y estuvo vinculado con los círculos expresionistas de la capital germana. Durante la guerra emigró a Suiza, donde se aproximó a las corrientes dadaístas. Tras regresar a Berlín, en 1920 abrió una célebre escuela de pintura, momento en que retomó su relación con los grupos expresionistas de la ciudad.
Entre 1926 y 1929, Gabriele Münter asistió a la escuela de Arthur Segal, que se había convertido en un popular punto de encuentro de la vanguardia artística. La pintora reanudó su formación en un momento de madurez tanto personal como profesional, lo cual es muy llamativo. A pesar de haber sido su alumna, la obra de Münter nunca se aproximó estilísticamente a la de Segal; en realidad, entre ambos existió una estrecha amistad que permitió a la artista utilizar la escuela como taller durante unos años en los que no dispuso de domicilio fijo ni de un espacio de trabajo propio.
Arthur Segal está representado en la Colección Carmen Thyssen con la obra Naturaleza muerta con candelabro y caja, de 1925-1926.
Lou Albert-Lasard
(Metz, 1885–París, 1969)
Lou Albert-Lasard, a quien reconocemos tumbada sobre la cama, fue una pintora expresionista. Se mantuvo siempre muy próxima a los grupos vanguardistas activos en las distintas ciudades en las que residió. En torno a 1919 se trasladó a Berlín, donde años después conoció a Gabriele Münter, con la que además coincidió en la escuela de Arthur Segal. Su amistad se reforzó en París, lugar en el que ambas se establecieron a finales de la década de 1920.
Tanto Münter como Albert-Lasard disfrutaron de unas cuotas de libertad inusuales para las mujeres de la época, y ambas compartieron un interés por el viaje que, en el caso de Albert-Lasard, la llevó a recorrer a lo largo de su vida distintas ciudades de Europa, el norte de África, India o Tíbet. En 1940 fue arrestada e internada en el campo de concentración de Gurs, circunstancia que no le impidió seguir dibujando y realizando acuarelas que hoy representan un significativo testimonio de estos lugares.